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El arte de la cata de vinos: Riesling de Mosela

Riesling de Mosela

La serie sobre el arte de la cata de vinos que venimos publicando en Cincuentopía desde hace ya bastantes meses presenta en esta ocasión una novedad: la dedicamos a los Riesling de Mosela de Alemania.

Es decir, se trata de un tipo de vino distinto del acostumbrado pero no por ello menos interesante, tal y como subraya el .gran especialista Jesús Bernad, quien no duda en calificarlos como uno de los mejores vinos blancos del mundo y destacar aspectos como el equilibrio en cuanto a punto de acidez o su escasa graduación, en buena medida gracias a su producción en suelos de pizarra descompuesta y al tipo de clima en el que se generan.

Su intervención, tomada de su excelente canal en Vimeo, nos sirve para adentrarnos en la variedad de los Riesling de Mosela no siempre bien conocida.

En su disertación Jesús Bernard centra su atención en cuatro vinos de Riesling de Mosela: Schiefferterrassen 2008 de Heymann-Löwenstein, Abtsberg Kabinett 2008 de Maximin Grünhaus-Schubert, Scharzhofberger Kabinett 2008 de Reichsgraf von Kesselstatt y Goldtröpfchen Spätlese 2004 de Reinhold Haart.

Riesling de Mosela (Alemania) from Jesús Bernad on Vimeo.

Por supuesto, aunque los Riesling de Mosela sean vinos de Alemania, rezan nuestros principios habituales: bebamos con moderación para disfrutar de la cultura vitivinícola en toda su extensión; y hagámoslo con copas de cristal de calidad, transparentes e incoloras, así como en un lugar iluminado, ventilado y silencioso.

Hasta el momento forman parte de la serie el arte de la cata de vinos las siguientes entradas publicadas en Cincuentopía a lo largo de estos meses:
Crianza Rioja
Crianza Ribera del Duero
Vinos de Toro
Vinos rosados de Navarra 2011
Chardonnay españoles
Rioja Reserva
Rueda Verdejo
Uva syrah

[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».

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