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Películas cincuentópicas: Rocky

Rocky

Esta vez la serie dedicada a Películas cincuentópicas pone particular énfasis en la épica: en la profesión, en las aficiones, en las relaciones con los demás… Todos en pie porque acude a esta sección Rocky.

Han pasado más de cuarenta años y a muchos cincuentópicos todavía les duelen los golpes recibidos por Rocky. Estrenada en 1976, la película narra la peripecia de Rocky Balboa, un púgil enfrentado al mundo, con más voluntad que medios pero con un coraje a prueba de todo.

No sabemos si Rocky le cambió la vida a muchos seguidores de Cincuentopía pero desde luego sí lo hizo con Sylvester Stallone, quien la escribió y protagonizó (la dirección quedó en manos de John G. Avildsen). A partir de ese momento el actor se convirtió en una mega estrella y participó en algunas grandes super producciones que lo convirtieron en el profesional mejor pagado del momento.

Rocky constituyó un formidable éxito que pilló por sorpresa casi a todo el mundo. Obtuvo una extraordinaria acogida por parte del público, fue positivamente valorada por la crítica y consiguió numerosos premios (entre ellos el Óscar a la Mejor Película).

Que levante la mano quién no se ha emocionado con la canción Gonna Fly Now (extraordinaria creación de Bill Conti), convertida en verdadero leiv motiv de Rocky. La compartimos con todos los seguidores de Cincuentopía. Escuchémosla por enésima ocasión.

Es verdad que luego vinieron la segunda parte y la tercera y la cuarta y la quinta y la sexta… Pero ya nada fue igual.

Hasta la fecha la serie de entradas sobre Películas cincuentópicas se compone de estas entradas:
Tiburón
Alien el octavo pasajero
La guerra de las galaxias
El padrino
Doctor Zhivago
La vida de Brian
La naranja mecánica
Grease

[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».

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