Nos encontramos en plena semana de San Valentín. Y surge la inevitable pregunta: ¿qué destino romántico elegir? Desde Cincuentopía os proponemos Venecia. Eso sí, ¿qué ver en Venecia?
En esta maravillosa ciudad, un destino al que ya hemos aludido en Cincuentopía en anteriores ocasiones, hay tanto que mirar en tan pequeño espacio (y generalmente con tan poco tiempo disponible) que en ocasiones el visitante se queda bloqueado y no sabe bien por dónde empezar.
Por eso, proponemos diez lugares que ver en Venecia: la Plaza de San Marcos, la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el Gran Canal, la Iglesia de Santa María della Salute, un paseo en góndola, la Galería de la Academia, Ca’ Rezzonico, Ca’ d’Oro y, como colofón, el conocido como Ponte del Pugni. Para comenzar, abramos boca con un vídeo del Canal Artehistoria donde vemos algunos de estos puntos.
Eso sí, antes de nada conviene tener en cuenta que el centro histórico de Venecia está formado por 118 islas con más de 400 puentes que las unen y organizado en seis antiguos distritos administrativos (denominados “sestiere”). Para orientarse por sus múltiples callejuelas es útil saber que cada dirección tiene el nombre de la calle, el número del “sestiere” y el número cívico (parece complicado pero no lo es tanto a la hora de la verdad).
Plaza de San Marcos
Posiblemente los 12.500 metros cuadrados más fotografiados del mundo. Toda la plaza está rodeada de edificios increíbles: la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el Campanile (campanario de la Basílica, una subida imprescindible por las vistas que ofrece), la Torre del Reloj, las Columnas de San Marco y San Teodoro… Y por si fuera poco, sus soportales albergan cafetines (incluyendo el más que famoso Florian) y tiendas de lujo. Mucho ojo porque está prohibido dar de comer a las palomas (otra cosa es que no se haga caso de la prohibición pero siempre hay riesgo de multa). Es el punto más bajo de la ciudad por lo que cuando sube el agua (conviene prestar atención a los carteles de “Acqua alta”) toca ponerse a cubierto (es habitual que se coloquen unas pasarelas para facilitar el tránsito). Así es la Plaza de San Marcos con “Acqua alta” según el Canal AFP.
Basílica de San Marcos
Maravilla de las maravillas. Un templo que comenzó a construirse en el siglo IX aunque su planta actual corresponde al siglo XI. Tiene más de 4.000 metros cuadrados de mosaicos y 500 columnas. El dorado está presente por doquier en su interior. Particularmente remarcable son su Museo, el Tesoro y la Pala de Oro (retablo de piedras preciosas realizado por orfebres medievales). Un detalle importante: no se permite el acceso con mochila ni con tirantes: para lo primero hay una taquilla en uno de los laterales del templo y para lo segundo, en caso de no llevar otra prenda, se puede coger una capa a la entrada.
Palacio Ducal
Concebido inicialmente como castillo, fortaleza y prisión, combina elementos arquitectónicos bizantinos, góticos y renacentistas. Desde su interior se gestionó la vida de la ciudad a lo largo de casi mil años. Cuenta con elementos tan fascinantes como la Scala d’Oro, el Apartamento del Duque, la Sala del Maggior Consiglio (ahí se encuentra El Paraíso, el mayor lienzo del mundo obra de Tintoretto) y la armería. También alberga los lóbregos calabozos y pozos húmedos. Durante su visita se atraviesa el famoso Puente de los Suspiros (el camino que seguían los condenados a muerte).
El Gran Canal
Recorrer en un vaporetto esta arteria fluvial de cuatro kilómetros de longitud, que parte la ciudad en dos, es uno de los mayores placeres ante el que puede encontrarse el visitante. Poco a poco iremos dejando sobre nuestras cabezas los cuatro grandes puentes venecianos: Rialto (de obligado recorrido a pie), de la Academia, de los Descalzos (o de la Estación) y de la Constitución, cada uno de ellos con sus singularidades. Y a ambas orillas una ristra de monumentos de toda índole y condición que nos dejarán con la boca abierta. ¿Puede ser posible tanta belleza concentrada?
Iglesia de Santa María della Salute
Su cúpula constituye uno de los elementos más reconocibles de Venecia (y esto es ya mucho decir, ¿verdad?). Comenzada (y concluida) en el siglo XVII, consta de una planta octogonal con pequeñas capillas en cada uno de sus lados. Alberga pinturas de Tiziano y Tintoretto (incluyendo el más que notable Bodas de Caná).
Un paseo en góndola
¿Qué sería de los turistas sin las góndolas? ¿Qué sería de Venecia sin los gondoleros? Desde luego nada sería igual. Es verdad que sus precios distan de ser populares pero una vez en la vida es una vez en la vida. ¡Qué delicia recorrer los pequeños canales de Venecia a bordo de una de estas delicadas embarcaciones a la caída de la tarde y escuchar las suaves paletadas contra el agua! Hay góndolas de distintos tamaños y precios (en función del lugar donde se encuentren estacionadas).
Galería de la Academia
Contiene la mayor colección de pintura de toda Venecia (de hecho es una de las principales pinacotecas del mundo). En la actualidad la Galería de la Academia cuenta con más de 800 cuadros de artistas como Veronés, Canaletto, Tintoretto, Tiziano y Bellini. Incluye tres edificios religiosos: la Scuola Grande de Santa María della Carità, la iglesia del mismo nombre y el Monasterio de Canonici Lateranensi.
Ca’ Rezzonico
En su momento fue uno de los principales palacios de Venecia y hoy es de los pocos que se pueden visitar. Fue construido a mediados del siglo XVII. En su interior vivió el Papa Clemente XIII. En la actualidad alberga el Museo del Settecento Veneziano, con todo tipo de objetos de recuerdan la forma de vida de los nobles que vivieron en siglos pasados. A lo largo de sus tres plantas pueden encontrarse todo tipo de estancias y salas con los detalles más inesperados.
Ca’ d’Oro
¿Te imaginas un edificio cuya fachada te deje abrumado por completo? Pues eso es Ca’ d’Oro. Concebido como un edificio de estilo gótico-renacentista, en su origen la fachada estaba decorada con pan de oro, lo que le daba un aspecto impresionante. Si el exterior es fastuoso el interior no resulta en absoluto desdeñable puesto que alberga la Galería Giorgio Franchetti, con cuadros de Andrea Mantegna, Tiziano, Guardi o Van Dyck y esculturas de Lombardo o Sansovino, entre otros.
Ponte del Pugni
Y concluimos nuestro recorrido con un punto bastante más desconocido que todos los descritos hasta el momento: el Ponte del Pugni. No es el más bello ni el más céntrico pero en él se enfrentaban a puñetazos las bandas rivales de los Nicolotti frente a los Castellani. Lo tradicional era que los vencedores arrojaran a sus oponentes a las aguas del canal (en aquel entonces el puente carecía de barandilla). A comienzos del siglo XVIII las peleas fueron prohibidas debido a su extrema violencia pero permanecen las marcas en el suelo que indicaban el lugar donde tenían que colocarse los rivales. En este vídeo, correspondiente al Canal Lom Selvarec ampliamos algunos detalles del lugar en cuestión.
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Seguro que nos hemos dejado unos cuantos lugares por señalar. ¿Echas alguno en falta, cincuentópico? ¿Qué consejos darías a quien quiera acudir por vez primera a esta maravillosa ciudad?
