Se cumplen cincuenta años desde que Truman Capote publicó A sangre fría, el libro que a juicio de muchos analistas supuso un antes y un después no sólo en la literatura de Estados Unidos sino en la literatura universal. Conmemoremos su entrada en la cincuentopía como se merece.
A sangre fría de Truman Capote abrió la senda de la popularidad para la novela de no-ficción, novela testimonio, novela periodística, nuevo periodismo… un formato y estilo de obra que, tal y como subrayó el propio Truman Capote debía tener “la credibilidad del hecho, la inmediatez del film, la profundidad y libertad de la prosa, y la precisión de la poesía”.
Truman Capote (1924-1984) comenzó a preparar A sangre fría en 1960 a partir de una noticia acaecida a finales del año anterior: cuatro miembros de una familia de Kansas, los Clutter, fueron asesinados por Perry Smith y Dick Hickock, dos individuos con una trayectoria vital marcada por la violencia familiar y las penurias personales y con numerosos antecedentes delictivos.
Truman Capote emprendió a cabo una exhaustiva investigación que, entre otras cosas, le llevó a entrevistarse en prisión con los autores del cuádruple crimen. El autor no dejó nada al azar: vecinos de la zona, fuerzas policiales, conocidos de unos y otros… Fue ayudado en su labor por la escritora Harper Lee, quien figura en la dedicatoria de la obra.
A sangre fría de Truman Capote se divide en cuatro capítulos y se organiza a partir de un relato narrativo que incorpora abundantes saltos en el tiempo, lo que le ofrece un singular dinamismo y una acusada carga dramática.
El libro combina el realismo en el plano formal con el lirismo en la descripción de dicho ámbito. Entre otras cosas destaca por su formidable capacidad para proporcionar un perfil psicológico de primer nivel de víctimas y verdugos. Truman Capote se abstiene de juzgar a unos y otros, únicamente ofrece al lector las claves estratégicas para contextualizar y tratar de comprender los hechos acaecidos.
Con la novela Truman Capote alcanzó su apogeo como figura central del panorama literario estadounidense, consolidando lo logrado unos años antes con su también famosa Desayuno en Tiffany’s. A sangre fría fue un notable éxito de ventas y su espléndida adaptación al cine apenas un año después por parte de Richard Brooks no hizo sino incrementar el grado de notoriedad del escritor.
Es posible que el éxito de A sangre fría no fuera asimilado por Truman Capote, cuya azarosa vida en muchas ocasiones restó protagonismo a la calidad de su producción. Pese a todo de su pluma salieron con posterioridad obras como la colección de textos a caballo entre la realidad y la ficción Música para camaleones, el emocionante relato Una Navidad o incluso su novela póstuma Plegarias atendidas, al margen de sus distintas colaboraciones periodísticas en publicaciones como Esquire, todas de un nivel más que remarcable.
En cualquier caso A sangre fría de Truman Capote es una de las grandes cimas de la literatura del siglo XX. Su lectura no sólo permite acercarse al particular universo creativo de Truman Capote sino que facilita la comprensión de algunos de los cambios que tuvieron lugar en la narrativa de las décadas siguientes y cuyos efectos continúan advirtiéndose hoy en día.
——————————————————
Truman Capote. A sangre fría. Anagrama.
——————————————————
David Parra
Especialista en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al ámbito del periodismo. Ha publicado alrededor de diez libros y más de treinta artículos en revistas científicas. Le gusta leer. [/author_info] [/author]