Hace algunas décadas, no existía diferencia entre el coñac y el brandy. Una marca como Magno, incorporada a los Anuncios cincuentópicos, es un claro ejemplo.
Eran tiempos en que la publicidad referida al alcohol no estaba sometida a casi ningún límite, nada que ver con la actual situación que se percibe en la mayor parte de los países más desarrollados.
Y en ese entorno, en el que además España se encontraba inmersa en profundos cambios que cristalizarían años después, donde surge Magno, cuyo eslogan se convirtió en uno de los más conocidos de la época, hasta el punto de que continúa siendo recordado por una parte significativa de la actual generación de cincuentópicos: un poco de Magno es mucho.
Magno era propiedad de Osborne, uno de los fabricantes de referencia en cuanto a bebidas alcohólicas se refiere cuya historia comienza a finales del siglo XVIII. En la actualidad desarrolla principalmente su actividad en los segmentos de productos gourmet, vinos y espumosos y espirituosos.
La marca desplegó una intensa actividad publicitaria en todo tipo de soportes, incluido el televisivo. Veamos una muestra de estos primeros anuncios (en este caso correspondiente al año 1974).
La serie dedicada a Anuncios cincuentópicos está compuesta por las siguientes entradas: