Un spot mítico, el de los Donuts, se incorpora a la sección referida a anuncios cincuentópicos recogidos por este portal.
Que levante la mano el cincuentópico que no haya repetido en reiteradas ocasiones: ¡Andá, los donuts, andá, la cartera! Todos lo hicimos en un momento de nuestras vidas allá por los años setenta. A efectos prácticos, los fabricantes del producto consiguieron un considerable incremento en la demanda del mismo, compitiendo en un segmento de mercado que por entonces estaba muy decantado hacia la bollería proporcionada por otros proveedores.
Los donuts eran una creación del empresario Andreu Costafreda, hijo de una familia de panaderos y fundador del grupo Panrico. Tras un viaje a Estados Unidos en 1961 descubrió unas máquinas que permitían producir fácilmente nuevas variedades de rosquillas; un año más tarde llega a un acuerdo con los americanos para fabricar esas nuevas rosquillas en España utilizando las citadas máquinas. No obstante, el proyecto se vio truncado por la política restrictiva de la época, que impedía importar harina de Estados Unidos, ya que la calidad de la harina española existente no permitía utilizar las máquinas ni fabricar las rosquillas.
Así comienza una historia de éxito que en buena medida estuvo respaldada por la publicidad, con particular relevancia en anuncios en televisión, y que llega hasta hoy. Según los datos proporcionados por la propia compañía en la actualidad en España se consumen ¡ocho donuts al segundo! y el 99,7 por ciento de los españoles conoce la marca.
Compartimos con los seguidores de Cincuentopía aquel anuncio que ha quedado grabado en nuestras retinas para siempre.
Una curiosidad respecto a este primer anuncio: su protagonista era el niño Albert Moleón Giménez, cuya vida es ciertamente curiosa y puede seguirse desde este enlace. Tras sufrir una enfermedad, cambió su rumbo y en la actualidad se dedica a la pintura.
Forman parte de la sección Anuncios cincuentópicos las siguientes entradas:
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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