Un nombre que acaso ahora no suene a todos, Filomatic, se incorpora a la sección que dedicamos a Anuncios cincuentópicos.
Filomatic es una hoja de afeitar que a partir de los años sesenta se convirtió en una de las marcas más conocidas en España gracias a una acertadísima campaña de publicidad que hoy es analizada en centros dedicados a la enseñanza de estos conocimientos.
La publicidad de Filomatic se incorporó a la televisión ligada a una figura tan inconfundible como la del humorista Miguel Gila, por entonces ya sumamente conocido por su dilatada trayectoria profesional y sus vicisitudes personales.
En la serie de spots que se fueron emitiendo a lo largo de los años se incidía en la suavidad del afeitado y en el gusto que daba pasarse la hoja por la cara, el célebre «Y da un gustirrinín…» que pronunciaba Gila una y otra vez.
Compartimos con los seguidores de Cincuentopía cómo eran esos anuncios:
Los orígenes de Filomatic se sitúan a comienzos del siglo XX y están ligados a la familia Bassat, quien contaba con una fábrica de cuchillos, tijeras, otros elementos cortantes y hojas de afeitar en la ciudad alemana de Soligen, de antigua tradición industrial en todo aquello relacionado con el acero y el corte.
En la década de los treinta los Bassat se asientan en Barcelona y tras un proceso de crecimiento sostenido en 1964 firman un acuerdo con Perma Sharp, compañía formada por ingenieros británicos que habían participado en el invento de las nuevas hojas de afeitar de acero inoxidable recubiertas de teflón.
Se lanza así Filomatic, su nueva marca. En primer lugar se efectúa un reparto de tres millones de hojas en los buzones de familias de toda España para que pudieran probar una nueva hoja de afeitar que duraba quince veces más que una hoja tradicional.
El resto es ya historia de la publicidad.
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