Un clásico entre los clásicos, la tónica Schweppes se incorpora a la sección dedicada a anuncios cincuentópicos.
Acaso la palabra Schweppes constituya uno de los ejemplos de máxima dificultad ante los que puede encontrarse un castellano parlante. Y sin embargo los productos que representa se han convertido sumamente populares en los cinco continentes. Por algo será.
La tónica Schweppes lleva esto a su máxima expresión: de hecho, hay más de un analista que considera que buena parte de quienes la piden (y la han convertido en una referencia en el mercado) serían incapaces de escribirla correctamente.
La marca Schweppes se creó en 1783 gracias a la labor desarrollada por Jean Jacob Schweppe, un alemán afincado en Ginebra que era joyero de profesión aunque apasionado de la farmacia y de los experimentos científicos, que fue el primero en carbonatar el agua. A lo largo de las décadas esta idea pasó a convertirse en una multinacional con actividad en todo el mundo, incluyendo España donde llegó en 1957 con una notable apuesta por distintos formatos publicitarios (exterior en un primer momento y posteriormente televisión, lo que consolidó su popularidad).
Con certeza la actual generación de cincuentópicos tienen en la mente la imagen de un actor, el francés Bernard LeCoq, convertido en verdadera tarjeta de presentación de la tónica Schweppes. Compartimos con los seguidores algunos de esos anuncios tan recordados:
La serie de entradas centrada en anuncios cincuentópicos se compone de:
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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