¿Habéis oido hablar del Burlesque últimamente? ¿Aprender el Burlesque? ¿Hay que tener condiciones innatas?
Según la Wikipedia, “el término burlesque deriva del término italiano burlesco, el cual a su vez deriva de la palabra burla, que significa broma”.
Según la coreógrafa y profesora de baile Rosemary Cocchiglia, “El Burlesque es un estilo de baile sensual y femenino que saca a relucir el lado más seductor de la mujer que lo baila. Cargado de estereotipos por las creencias y tradiciones que hemos heredado, resurge con fuerza cada cierto tiempo y se pone de moda.”
El Burlesque victoriano podría considerarse como el antecedente más directo del Burlesque actual. Surgió en Inglaterra como una subespecie del teatro de Variedades y se caracterizaba por parodiar obras dramáticas o acontecimientos sociales de envergadura. Según Cochiglia, la evolución y la denominación de esta suerte de espectáculo varía «en función del país y de los elementos musicales, de la estructura, de los elementos cómicos que incorpora.»
A España a través de El Paralelo barcelonés llegó el Vaudeville de la mano de las compañías italianas y francesas a finales del s. XIX, que de la mano de Elena Jordi (Montserrat Casals) y Josep Santpere fue adaptado para llegar a un público más popular. En el periodo de entreguerras las Variedades experimentaron un verdadero auge con una estructura similar al modelo parisino compuesto de números cerrados inconexos entre sí. El Cuplé consistía en canciones interpretadas por mujeres. Sus actuaciones se encontraban a medio camino entre la canción, la danza y el comportamiento escénico con un cierto erotismo, convirtiendo mujeres anónimas en grandes protagonistas de revistas de género psicalíptico. Eran shows caracterizados por espectáculos bastante descarados, con canciones de letras con claros dobles sentidos y vestuario provocador. La película El último cuplé, con las limitaciones del momento, protagonizada por Sara Montiel, que interpretó todos los números musicales con una velada sensualidad, retrataba la vida de una cupletista. En la vida real, las cupletistas eran mujeres que provenían del mundo de la prostitución, convirtiéndose la interpretación en la única manera de alejarse de ese mundo.
Del cambio experimentado en España por la situación política es un elocuente ejemplo la carrera de la celebérrima Celia Gámez. Mientras que en España se limitaba la exhibición carnal con mallas ajustadas y con moderación en escotes y shorts, así como el control de la temática de los espectáculos, fuera de España los espectáculos de variedades se vivían con naturalidad y gran aceptación,. El más claro exponente es el Moulin Rouge parisino, sus espectáculos y los artistas que actúan en esa histórica casa, son mundialmente conocidos.
La irrupción del destape en España, supone un antes y un despúes, pues no había artista que se resistiera. Desde Marujita Diaz a la archiconocida Lina Morgan, pasando por artistas como Carmen Sevilla, Maria Jose Cantudo, Barbara Rey, Nadiuska o Mirta Miller, fueron reinas del Vaudeville español y protagonistas en un sinfín de películas. La decadencia del musical en España fue reduciendo la presencia de estos espectáculos a salas muy determinadas, incluso a retirar del espectáculo a la gran estrella de El Paralelo, La Maña.
Fuera de España, sin embargo, se vive de otro modo, mucho mas desinhibido. Este genero esencialmente teatral, da el salto a la gran pantalla.
La recientemente desaparecida Lina Morgan interpreta La chica del 17 incluida en la película Dos chicas de revista:
Hacia lo años 60 entró en decadencia, aunque artistas como Concha Velasco, en la producción Mamá quiero ser artista, apostaron por su revitalización. La compañía de teatro La Cubana rindió su particular homenaje a la revista con el montaje Cómeme el coco, negro estrenado en 1989 y reestrenado en 2007. La vedette protagonista de la obra interpretaba el célebre tema Mírame perteneciente a la revista Yola, estrenada por Celia Gámez en el Teatro Eslava de Madrid el 14 de marzo de 1941 con letra José Luis Sáenz de Heredia y Federico Vázquez Ochando, con música de Juan Quintero Muñoz y José María Irueste Germán.
En Cincuentopía citábamos los nuevos aires que el desparecido Bigas Luna había insuflado al café cantante El Plata, un lugar emblemático de la ciudad de Zaragoza. Tras permanecer dieciséis años cerrado, reabrió sus puertas en junio de 2008 bajo su dirección artística, en forma de un surrealista cabaré ibérico.
Este género, esencialmente teatral, da el salto a la gran pantalla. Uno de los mejores musicales en la historia del cine nos retrotrae a la época del cabaret berlinés en el periodo de entreguerras. “En 1972 en Estados Unidos se estrena “Cabaret”, joya del cine, con Liza Minnelli de protagonista y dirigida por Bob Fosse. Basada en la novela «Good Bye Berlin» y ambientada en la Alemania de 1939, logra impactar en el espectador, recreando los espectáculos del momento, ese punto entre grotesco y de burla que unido a la magnífica voz de Liza Minnelli, ha hecho historia.
A lo largo de la historia del cine, son pocas las artistas que se han resistido a este género. Claros exponentes del Burlesque en el mundo cinematográfico, son la película “Moulin Rouge” con Nicole Kidman o “Chicago” con Catherine Zeta-Jones, Reneé Zellweger y Richard Gere.” Exponentes que difieren de la más reciente película Burlesque, en la línea del neo-burlesque que practica Dita Von Teese. Sucede que los shows de neo-burlesque tienen un gran contenido sexual, ya que la desnudez parcial o total es incluida.
En escuelas como Gambini, el estudio de danza dirigido por Rosemary Cocchiglia, empieza a despuntar un estilo de danza femenino y sensual, asequible a cualquier mujer o a cualquier hombre, diametralmente opuesto al arquetipo mostrado en la película Burlesque. No hace falta ser una modelo, ni siquiera ser jovencita, solo hace falta querer encontrar esa mujer o ese hombre que todos llevamos dentro. El Burlesque como estilo de danza, es liberador y reflexivo. cada persona debe buscar en su interior y sacar lo mejor de sí mismo, tanto hombres como mujeres. Cada vez son más los chicos que practican este estilo de baile, artistas sobre tacones que hacen palidecer a la mujer más aguerrida.
Para asistir a las clases de Burlesque, solo hace falta, un poco de decisión para dedicarse ese ratito que todo el mundo se merece, pintarse el ojo, calzar unos taconcitos y a disfrutar. Si además te atreves con un corsé, el atuendo es total. No seremos Norma Duval, pero está garantizado, salir con 10 Kilos menos de complejos y una sonrisa de oreja a oreja. Rosemary Cocchiglia nos invita a dejar atrás los prejuicios y aprender “a disfrutar una actividad que, dada con buen gusto, es tan sana como cualquier otra”.
Cincuentopía
«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]