La Biblioteca Nacional de España cuenta con una impresionante colección de carteles publicitarios, a la vanguardia internacional. A través de la Biblioteca Digital Hispánica buena parte de ellos se pueden consultar online.
A caballo entre lo mercantil y lo artístico, los carteles publicitarios constituyen una de las facetas más significativas de la producción gráfica de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Nada es ajeno a este emergente formato, cuya variedad temática fue ampliándose conforme discurrían las décadas.
Recreemos la vista con algunos de estos carteles publicitarios que han sido digitalizados por la Biblioteca Nacional de España.
Vapores paquetes de la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Corresponde al servicio regular mensual que se prestaba entre Barcelona y Manila, cuya duración aproximada era de un mes. Fue impreso en 1882 en Sucesores de Rivadeneyra (Madrid). Combina las técnicas de tipografía (texto) y xilografía a contrafibra (imagen). Su tamaño a escala real es de 21 por 51 centímetros.
Fiestas a Nuestra Señora del Pilar. Cartel editado por el Ayuntamiento de Zaragoza para anunciar las fiestas dedicadas a la patrona de la localidad. Impreso en 1880 por la imprenta municipal de la ciudad. Destaca sobremanera, para los estándares y usos de la época, su orla de color verdoso, obtenida mediante xilografía.
Carreras de caballos en Madrid. Alude a la celebración de la temporada de primavera de 1879 en el hipódromo de Madrid. Editado por la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar e impreso por Manuel Vinuesa de los Ríos (Madrid). Su original mide 12 por 37 centímetros y combina las técnicas de tipografía y xilografía para los textos e imagen respectivamente.
Algunos de los carteles publicitarios han tenido que ser restaurados. ¿Cómo se consigue? En este vídeo, extraído del canal cervantesvirtual en YouTube, se explican algunos de los procesos de restauración llevados a cabo por la Biblioteca Nacional de España.
«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]
