Hoy 22 de abril se cumple el cuarto centenario del fallecimiento de Miguel de Cervantes. Se habla y escribe mucho sobre su producción pero, ¿qué hay de las obras que se le dedicaron a manera de homenaje? Centraré mi atención en una de ellas, Cervantes, escrita por Joaquín Tomeo y Benedicto.
Joaquín Tomeo y Benedicto fue un historiador, escritor y periodista que desarrolló su actividad durante el siglo XIX. Como historiador se centró en Zaragoza, ciudad donde dirigió varios periódicos, entre los que se incluye El Correo de Aragón; y como escritor produjo tanto novelas como, fundamentalmente, obras de teatro.
Cervantes es un drama en tres actos (calificado como “Drama apologético en tres actos y en verso”) escrito por Joaquín Tomeo y Benedicto en 1861. La obra se estrenó un 9 de octubre. Narra las últimas veinticuatro horas en la vida del autor del Quijote (en realidad sitúa su fallecimiento un día después de lo que hoy conocemos).
El drama de Joaquín Tomeo y Benedicto dispone la acción en tres entornos distintos: el primer acto tiene lugar en la hostería de Halcón de Oro; el segundo discurre en la antecámara del palacio real; y el último se desarrolla en el propio domicilio del finado escritor. La obra incorpora un distinguido elenco de personajes, encabezados por el propio Miguel de Cervantes y su esposa, Catalina Palacios de Salazar, y secundados por literatos como Quevedo, Avellaneda, Avendaño o Villegas, entre otros.
Cervantes se plantea como una alegoría, muy en la línea del teatro español de mediados del siglo XIX, en la que se mezclan elementos como el honor, la traición, los celos, la envidia o la insidia, siempre bajo el trasfondo del inevitable equívoco. El texto no tiene grandes pretensiones (carece de todo valor histórico) más allá de homenajear la figura del insigne escritor y ponerse al servicio de los actores que en su momento estrenaron el drama: María Rodríguez, a quien se dedica expresamente la obra, en el papel de Catalina Palacios de Salazar y Juan Alba, que encarnó a Miguel de Cervantes.
Cervantes puede suponer una cierta sorpresa para el lector actual, tanto por su formato en verso como por la utilización de elementos ortográficos y de acentuación hoy en día en desuso. En cualquier caso es una manera agradable y no muy exigente de acercarse, desde una perspectiva inusitada, al perfil de una de las grandes glorias de la literatura universal.
Como ya ha ocurrido en alguna ocasión anterior (por ejemplo al analizar El gran galeoto de José Echegaray), esta reseña se basa en un libro de acceso libre a través de un enlace habilitado por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. El hipervínculo permite descargar la obra en diferentes formatos (incluyendo PDF, Kindle, ePub…). Recuerdo a todos los seguidores de Cincuentopía que esta universidad cuenta con unas 12.000 obras de teatro digitalizadas en español. El texto consultado procede de la imprenta de José Rodríguez, que estaba ubicada en la calle del Factor número 9, muy cerca de la calle Mayor de Madrid.
Es posible que la lectura de Cervantes provoque en algún seguidor de Cincuentopía el propósito de acceder a la obra del en su momento calificado como “Príncipe de los ingenios españoles”. De ser así, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes constituye una referencia obligada ya que pone a disposición de la comunidad de internautas la inmensa mayoría de la producción del autor. Sin duda una magnífica manera de acercarnos a sus portentosas novelas ejemplares, sus interesantes obras de teatro o incluso su singular poesía.
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Joaquín Tomeo y Benedicto. Cervantes.
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[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2014/02/david-parra.jpeg[/author_image] [author_info]David Parra
Especialista en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al ámbito del periodismo. Ha publicado alrededor de diez libros y más de treinta artículos en revistas científicas. Le gusta leer. [/author_info] [/author]
