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Comienzos míticos de películas

Comienzos míticos de películas

Comienzos míticos de películasEl comienzo de una película marca en muchas ocasiones la totalidad del discurrir del film (aunque es verdad que no siempre es así). Queremos compartir con los seguidores de Cincuentopía algunos ejemplos de comienzos míticos de películas.

Y las películas seleccionadas por sus comienzos míticos son: Sed de mal, 2001: una odisea del espacio, El padrino, Manhattan y Salvar al soldado Ryan.

 

Sed de mal (1958, Orson Welles)

Una de las películas más extrañas de todos los tiempos tiene uno de los inicios más espectaculares. Nada es convencional en Sed de mal y esto incluye el sensacional plano secuencia de más de tres minutos con que se inicia el film, ejemplo de virtuosismo visual y barroquismo conceptual. Y, por si todo esto fuera poco, de fondo suena la impactante música de Henry Mancini cuyo “tic tac toc” permanecerá por siempre en nuestra mente.

2001: una odisea del espacio (1968, Stanley Kubrick)

Una película que pocos comprendieron en su momento y que, más de cuatro décadas después, continúa siendo objeto de todo tipo de interpretaciones. ¿Qué quiso decir el director con ese conjunto inquietante de imágenes donde significante y significado parecen borrar sus lindes? ¿De qué van los monolitos negros y el díscolo ordenador HAL? Un comienzo espectacular tamizado por la música de Richard Strauss (Así habló Zaratustra, Op. 30).

El padrino (1972, Francis Ford Coppola)

La trompeta de Nino Rota nos pone en situación: la llegada a América concebida como el moderno Edén, la lucha por la supervivencia en un entorno hostil, la justificación de los delitos cometidos, la inevitable expiación de la culpa acumulada durante el transcurso de décadas… Es difícil aunar la violencia y la dulzura con tal dosis de sutileza, dominio técnico y exquisitez estética. Así se abre el telón de la mejor trilogía de la historia del cine.

Manhattan (1979, Woody Allen)

Planos y más planos a la mayor gloria de Nueva York, la ciudad más filmada de todos los tiempos, el lugar que todos reconocen (incluyendo los que jamás han puesto un pie en sus calles, tan asfixiantes en verano como gélidas en invierno); y también una reflexión moral sobre el carácter de sus habitantes. La música de George Gershwin sirve para remarcar la potencia visual de las imágenes en blanco y negro y la singular belleza del texto redactado.

Salvar al soldado Ryan (1998, Steven Spielberg)

Pocas veces el sabor acre del miedo y la omnipresencia del horror han sido recogidos con tal despliegue de medios técnicos. Una intensa lluvia de proyectiles, el sonido de las balas al golpear el metal de los casos, las sensaciones bajo el agua, cuerpos que caen de manera inmisericorde, heridas sangrantes que surgen y crecen mientras horadan los jóvenes cuerpos que se ofrecen a modo de sacrificio…

Sabemos que en esto, como en muchas otras cosas de la vida, hay gustos para todo. ¿Te sientes identificado con la propuesta de Cincuentopía? ¿Qué otras películas cuyos comienzos te hayan impactado destacarías?

Tags: DESTACADOS, RECORDAR

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