Hacía bastantes meses que no dedicábamos nuestra atención a los creadores cincuentópicos. En esta ocasión vamos a centrar nuestro interés en el pintor francés Paul Cézanne, una de las cumbre del arte de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Paul Cézanne (1839-1906) es el típico caso de creador cincuentópico. Es cierto (y obvio) que comenzó su actividad pictórica mucho antes pero no fue hasta que entró en la cincuentopía cuando comenzó a ser conocido y, sobre todo, reconocido por sus colegas de profesión.
Comenzó su formación en la Académie Suisse pero tras ser rechazado en la École des Beaux-Arts durante un tiempo abandona la actividad y decide trabajar en el banco de su padre. No obstante a partir de los años sesenta del siglo XIX vuelve a pintar para ya no abandonar su vocación. Caravaggio, Velázquez y Delacroix entre los clásicos, y Pisarro, Courbet y Manet entre los contemporáneos, son algunos de los artistas que más le conmueven.
Durante los setenta y ochenta ve cómo su pintura es rechazada por críticos, público y miembros de las distintas sociedades artísticas que controlaban este proceso en Francia. Aunque el impresionismo comienza a ser cada vez más considerado, apenas consigue formar parte del grupo.
Y así se llega a la década de los noventa, que significa el comienzo del reconocimiento de Paul Cézanne. Celebra sus primeras exposiciones individuales, los marchantes empiezan a valorar su obra y el artista prosigue con su incansable labor, siempre en medio de un notable aislamiento aunque ya con el apoyo de los grandes maestros impresionistas, que ven en él a un pintor de enorme talento.
El comienzo del siglo XX marca el apogeo del reconocimiento de la figura de Paul Cezánne. Sus cuadros se incluyen en las grandes exposiciones de la época, su estilo es valorado y admirado a partes iguales, la cotización de sus cuadros se incrementa de manera notable.
Tras su fallecimiento se convierte en uno de los grandes referentes de la nueva generación de pintores que estaba dinamitando la manera tradicional de entender el arte. Su síntesis de naturalismo, expresión personal y orden pictórico es particularmente valorada como sinónimo de modernidad y virtuosismo. Paul Cezánne queda así convertido en uno de los grandes colosos de la pintora universal. El resto ya es historia.
¿Quieres disfrutar de los cuadros de Paul Cezánne? Desde Cincuentopía te ofrecemos este enlace para que te deleites con unos cuantos centenares de sus obras.
Hasta el momento forman parte de la serie creadores cincuentópicos los siguientes autores:
Ludwig Van Beethoven
Immanuel Kant
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
Daniel Defoe
«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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