Cómo mirar un cuadro sin ser experto

¿Me fío de mi intuición?

Cuando visitamos una exposición de pintura, muchas veces pensamos cómo mirar un cuadro sin ser experto. Siempre hay cuadros hacia los cuales se desvía nuestra atención. ¿Ha sido nuestra intuición o nuestra sensibilidad la que nos ha empujado hacia ellos? Por supuesto que sí. Aunque si contemplamos una obra con ciertos conocimientos previos, podremos «comprender» la atracción que nos provoca. Cómo han influido los acontecimientos de la época en un pintor. Por qué se ha decantado por una determinada composición (diagonal) o tamaño. Por qué ha elegido determinados materiales (desde acuarela, óleo hasta arena, yeso, cartón, tela). Por qué ha elegido colores calientes o fríos, más saturados o luminosos. O si predomina el dibujo sobre el color o viceversa.

Una comparación

En esta selección de marinas que presentamos a continuación, se observa las distintas visiones que del mar han aplicado los pintores a lo largo de distintas épocas. Si pensamos en cómo mirar un cuadro sin ser experto, nuestras primeras impresiones podrían ser como éstas. Desde el mar deshilachado de Turner, hasta la actividad incensante del puerto de Le Havre que retrata Monet. La dureza de la vida los pescadores de Sorolla en contraste con un luminoso Mediterráneo. Hopper y John Marin se situaban frente a un mismo océano Atlántico. Pero no lo veían con los mismos ojos.

Desde el mar deshilachado de Turner, hasta la actividad incensante del puerto de Le Havre en plena Revolución Industrial que retrata Monet.

La dureza de la vida los pescadores de Sorolla en contraste con un luminoso Mediterráneo.

Edward Hopper y John Marin se situaban frente a un mismo océano Atlántico. Un urbanita como Hopper al que le encantaba navegar y un enamorado de la costa de Maine como John Marin, su único mar.

Alguna guía

Como esta una mera invitación a reflexionar sobre la respuesta a Cómo mirar un cuadro sin ser experto, os dejamos dos referencias bibilográficas para seguir reflexionando sobre el tema. «Cómo mirar un cuadro» de Susan Woodford y «Pintura paisajista. El paisaje desde el Renacimiento al Pop» de Norbert Wolf.

Y recordando, recordando los tiempos en que sólo disponíamos de dos canales de televisión, pero que ofrecía programas como la serie Mirar un cuadro. Una serie dirigida por Alfredo Castellón. La finalidad era ayudar a percibir y conocer mejor, a través de los comentarios de diferentes personajes del mundo de la cultura, el valor plástico de una obra. También se recababan la opinión de espectadores elegidos al azar. Las obras analizadas -109- provenían del Museo del Prado y de otros museos españoles. Fue emitida por TVE entre 1982 y 1984 y entre los meses de febrero y octubre de 1988. El archivo de RTVE permite seguir accediendo a otros contenidos. Nos enseñaban cómo mirar un cuadro sin ser experto. ¡Eran otros tiempos!

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]