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Días de radio: El consultorio sentimental de Elena Francis

El consultorio sentimental de Elena Francis

Querida Elena Francis no fue el único consultorio radiofónico sentimental de la radio española, pero sí es considerado el paradigma de los consultorios durante la denominada época dorada de la radiodifusión en España en un periodo que va desde 1.924 hasta 1.964, año en el que aparece la televisión. A partir de los años 40, la programación que ha sido eminentemente musical, pasa a incorporar concursos, seriales, consultorios, retransmisiones deportivas …

El consultorio sentimental de Elena Francis nació como una estrategia de márketing destinada a promover los productos  del Instituto y Laboratorios de Belleza  Francis (Bel Cosmetic), ubicados  en Barcelona, y así desvincularse de la actividad agrícola tradicional de la familia. La empresa era propiedad de José Fradera Butsems  y de Francisca Elena Bes Calbet, de quien se dice partió la idea.  Al frente del consultorio colocaron a Elena Francis, la ficticia asesora cuyo nombre era un juego de palabras entre el nombre de la propietaria y de los propios laboratorios. Incluso se dice que la Sra. Calbet eligió hasta la sintonía del programa, Indian Summer de Victor Herbert, e interpretada por la orquesta de André Costellanetz, aunque parece ser que quien propuso la melodía fue el jefe de emisiones de Radio Barcelona, Jorge Janer, donde se emitió desde noviembre de 1947 hasta el año 1966, cuando pasó a ser emitida en Radio Peninsular de Barcelona, perteneciente a la red de emisoras de Radio Nacional de España, y en Radio Intercontinental.

Y ello, porque Ramón Barbat, el entonces director de Radio Barcelona (Cadena SER), era amigo de José Fradera y le propuso realizar un programa dedicado a las mujeres y patrocinarlo con su firma. En la primera reunión estuvieron Ramón Barbat, Josep Fradera y su esposa Francisca Elena Bes, Jaime Torrens (jefe de programas), Jorge Janer (jefe de emisiones), Isidro Sola y Ángela Castells, la que fuera guionista del programa hasta 1.952. Los guionistas responsables del programa y que redactaban las respuestas radiadas fueron Ángela Castells (desde 1947 hasta 1952), Maria Castañé, Joaquina Algars, L.Taboada, Eduardo Alarcón (entre 1959 y 1962) y Juan Soto Viñolo desde 1966 hasta su fin en 1984. En la actualidad,  Como curiosidad, el 19 de diciembre de 1995, con motivo de la publicación de su libro Querida Elena Francis, recreó en el programa La Ventana (Cadena SER), que entonces dirigía Javier Sardá, con una selección de las  cartas recibidas, que para la ocasión fueron contestadas por Cristina Almeida, que ofreció unos consejos radicalmente distintos a los que hubiera ofrecido Elena Francis.

La primera voz que tuvo Elena Francis, fue María Garriga, actriz radiofónica que sería sustituida por Roser Cavallé,  que prestó su voz durante 13 años hasta que se decantó por el doblaje. Entre otras, fue la voz de Sue Ellen, la desdichada esposa del malvado JR. Le siguieron María Teresa Gil, Soledad Ambrojo y, a partir de 1962, Maruja Fernández del Pozo, que permaneció hasta 1984, fecha de finalización del programa. La primera voz que daba lectura a las cartas era María del Carmen Torres y en los últimos años Pilar Morales. Aunque fue Roser Cavallé la que despidió el programa en su última emisión del 31 de enero de 1984.

Los guionistas responsables del programa y que redactaban las respuestas radiadas fueron Ángela Castells (desde 1947 hasta 1952), Maria Castañé, Joaquina Algars, L.Taboada, Eduardo Alarcón (entre 1959 y 1962) y Juan Soto Viñolo desde 1966 hasta su fin en 1984. El 19 de diciembre de 1955, con motivo de la publicación de su libro Querida Elena Francis, Juan Soto recreó en el programa La Ventana, que entonces dirigía Javier Sardá, con una selección de las  cartas respondidas  por la abogada Cristina Almeida en antena con criterio, evidentemente.

Montaje realizado por Josep Pararera con extractos del documental emitido por TV3:

El espacio dirigido al público femenino, de 30 minutos de duración, se estructuraba en torno a la correspondencia que dirigían las radioyentes a una experta, que contestaba a un total de 7 cartas diarias y de modo riguroso (en caso necesario, se acudía a especialistas en la materia). Sometidas a la censura y a la moral del momento, se fueron incorporando temas como los embarazos no deseados, que con el fueron sustituidos por problemas conyugales, malos tratos, y casos de maridos adúlteros o alcohólicos. Las cartas no contestadas en antena tenían su respuesta personalizada a través de una misiva que las oyentes recibían en su domicilio. La filóloga Pietat Castanya fue contratada para redactar las misivas. En una entrevista realizada por Gemma Nierga, con motivo de la publicación del libro de Pietat Castanya, Queridas amigas declaró que el contenido de estas misivas que se contestaban en privado dibujaban el estado miserable de un país. Eran casos extremos, situaciones dramáticas. Conflictos sentimentales, enamoramientos con sentimiento de culpa, dudas sobre el sexo, chicas reprimidas en internados de monjas, remordimientos sobre la masturbación, infidelidades… y maltratos, palizas, embarazos indeseados de jovencitas, violaciones, hombres atormentados por su homosexualidad… De fondo, siempre impotencia, incomprensión, mucha incomunicación y soledad.

La profesora de secundaria de lengua y literatura en el instituto Velázquez, de Sevilla, Pura Sánchez (Escribir de emociones desde la emoción. Las cartas de los consultorios femeninos en Revista Electrónica de Psicología Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México) ha calificado las cartas como mensajes en una botella. Sobre todo, en la posguerra muchas recurrían al consultorio de la doctora Francis, porque no tenían a nadie a quién contarle sus inquietudes, o porque éstas eran tan graves que temían ser estigmatizadas por ello.

El entorno contribuyó a mantener las apariencias hasta que en 1982 Gerard Imbert en su libro ‘Elena Francis, un consultorio para la transición’ (1982) se encargó de desvelar que era un personaje ficticio. No obstante, mediante entrevistas tras los viajes al extranjero de doña Elena Francis o incluso con la carta publicada el domingo 6 de mayo de 1984 en el diario La Vanguardia), cuatro meses despúes de su desaparición en antena, se despedía desde su retiro confesando una edad de 70 años., sin desvelar la realidad del personaje.

La evolución de la mujer fue desconectando del consultorio y el  31 de enero de 1984, tras haber caído sus índices de audiencia, Elena Francis desaparece definitivamente de las ondas de forma imprevista y provocando cierto alboroto entre los oyentes mas fieles. Sin haberse podido librar del todo de su imagen conservadora propia de otra época, el personaje no pudo sobrevivir a los nuevos tiempos.

En el Archivo de la comarca del Baix Llobregat  se conservan de las que una décima parte está expuesta. Pertenecen al período que va de 1951 a 1972. Unos operarios del Ayuntamiento las encontraron casualmente en el caserío del siglo XVII que había sido propiedad de la familia Fradera. El hallazgo se confirmó tras detenerse a leer algunos de los sobres y comprobar que se repetía el mismo destinatario: Querida y apreciada señora Elena Francis.

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Charo Onieva

 

Su curiosidad la ha llevado a desarrollar distintos proyectos de emprendimiento en los entornos offline y online. Impulsora de Cincuentopía. [/author_info] [/author]

 

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