
El barrio de Chueca es uno de los más antiguos y conocidos de Madrid. Como respuesta a varias peticiones a Cincuentopía, explicamos unas cuantas cosas de este espacio en el que se combina lo clásico, la tolerancia, el ocio y la cultura.
Chueca se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad, al lado de la Gran Vía, situándose entre las calles de Fuencarral y Barquillo. Su estratégica localización facilita la llegada de los visitantes que emplean cualquier medio de transporte, pues cuenta con una estación de metro en su parte central, Chueca, así como con unas cuantas líneas de autobús que lo recorren en sus distintas direcciones.
Su carácter de barrio clásico se advierte tanto en su estructura arquitectónica, caracterizada por calles estrechas y sinuosas, como en algunos de sus edificios más significativos. Destacan dos de sus plazas, la del Rey y la de Vázquez de Mella, siempre animadas con las voces de residentes y forasteros que conviven en perfecta armonía.
Además, Chueca alberga el Museo Nacional del Romanticismo, instalado en un palacio de finales del siglo XVIII que era propiedad del marqués de Matallana. Se trata de uno de los museos más sugerentes y desconocidos de todo Madrid, donde es posible pasar las horas contemplando los cuadros de pintores del renombre de Goya, Esquivel o Madrazo, así como su impresionante colección de pianos o la pistola con la que uno de los grandes escritores románticos españoles, Mariano José de Larra, se suicidó cuando tenía 28 años de edad.
Un espacio de tolerancia

El barrio de Chueca fue reinventándose a partir de comienzos de la década de los años ochenta del siglo XX. La apertura de los primeros bares gay fue la base que sustentó su sustancial transformación, con un número creciente de nuevos locales comerciales y de ocio, caracterizados por su decoración moderna y desenfadada, que cuentan con una clientela atraída por la calidad de los productos de toda naturaleza que se ofrecen.
Al mismo tiempo buena parte de las viviendas fueron ocupadas y restauradas por personas de la comunidad LGTB, lo que ha permitido convertir a Chueca en un verdadero emblema a escala mundial. De esta manera, el barrio inicia el siglo XXI convertido en un espacio de tolerancia, ocio y cultura, en el que conviven personas de nacionalidades de los cinco continentes.
Cada año, a finales de junio o comienzos de julio, Chueca acoge el Día Internacional del Orgullo Gay o del Orgullo LGTB, que combina los actos puramente festivos con los reivindicativos, incluyendo su célebre desfile que recorre parte de las calles de Madrid y al que acuden centenares de miles de personas.
En 2017 Madrid será la sede del WorldPride, el Festival Mundial del Orgullo Gay, tras ser elegida por la XXX Asamblea Anual de InterPride, la Asociación Mundial de Organizadores de Orgullo. La ciudad ya fue sede en 2007 del EuroPride, el mismo evento a escala europea, con un notable éxito de organización y asistencia.
Ocio diurno y nocturno

Chueca se ha convertido en uno de los barrios más animados de una ciudad tan animada como es Madrid. Las posibilidades de ocio que brinda son casi innumerables. No es de extrañar que reciba, de manera masiva, a personas de todas las procedencias a lo largo del día y de la noche. Por la mañana, los más madrugadores tienen a su disposición muchos bares, cafés y cafeterías donde degustar los típicos churros madrileños, beber un zumo de frutas natural o paladear los sabores de un humeante café o un aromatizado té. Aunque hay quien prefiere saltarse ese trámite y comenzar directamente la jornada con una caña de cerveza bien fría y una deliciosa tapa.
Al mediodía abren sus puertas a vecinos y visitantes los restaurantes de todo tipo: desde los especializados en gastronomía española hasta los de comida étnica o internacional. Todos ellos tienen como punto en común su oferta de calidad y variedad.
Por la tarde, los locales de la zona se convierten en lugares donde tomar cualquier bebida, en compañía de los amigos o en solitario, incluso en alguna de sus numerosas y bulliciosas terrazas al aire libre si el tiempo lo permite.
Y por la noche, el barrio se desata de sonidos, olores y colores. Los restaurantes trabajan a destajo, con doble y hasta triple turno de cena; y los lugares de copas acogen a una gran cantidad de visitantes que beben, bailan, conversan y ligan en un entorno de tolerancia y diversión.
De compras por Chueca
Además de todo esto, Chueca es también una zona que cuenta con algunos de los espacios comerciales más reconocidos e innovadores de todo Madrid, incluyendo dos mercados de referencia como el de Fuencarral y el de San Antón.
El Mercado de Fuencarral es uno de los grandes centros de la moda madrileña y española. Sus más de sesenta tiendas apuestan por el diseño avanzado y audaz en ropa, complementos, tatuajes, piercings y peluquería, entre otros aspectos de la moda.

En cuanto al Mercado de San Antón combina en sus tres plantas la venta de productos perecederos de la más alta calidad con la restauración basada en productos naturales. Uno de sus aspectos más significativos es su apuesta por el desarrollo sostenible, ya que tiene un lucernario central que funciona como un enorme colector de energía fotovoltaica, así como un avanzado sistema de recogida que reduce en un ochenta por ciento el volumen de basura orgánica y un suelo de basalto fundido, un material orgánicamente reutilizado.
Al mismo tiempo, Chueca cuenta en sus calles con muchos establecimientos de todo tipo, para todos los bolsillos, gustos y tendencias. Tiendas de ropa, centros de estética y masaje, ultramarinos o librerías dan un toque de color adicional al barrio.
La clientela cosmopolita que transita, día y noche, es la mejor muestra de lo acertado de esta propuesta estética, lúdica, comercial y de ocio.
Si eres un cincuentópico que transita habitualmente por Chueca, ¿qué rincón nos recomendarías del barrio?