En 2016 se está conmemorando el cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes
Desde el 3 de marzo hasta el 22 de mayo de 2016, se podrá visitar una exposición dedicada al insigne Miguel de Cervantes Saavedra en la Sala Recoletos de la Biblioteca Nacional de España, cuyo título es Miguel de Cervantes: de la vida al mito (1616-2016).
La exposición está dividida en tres secciones, Un hombre llamado Miguel de Cervantes, Un retrato llamado Miguel de Cervantes y Un mito llamado Miguel de Cervantes. Paralelamente, con motivo de la celebración del IV Centenario se ha puesto en marcha el Portal Quijotes, que permite acceder a 3.300 ediciones en más de 40 idiomas distintos.
La BNE posee el fondo cervantino más importante de los conservados en cualquier institución pública del mundo. Junto con los préstamos del Archivo General de Simancas, Archivo Histórico Nacional, Archivo de Indias, Real Biblioteca, Real Academia Española, Museo del Prado, Archivo de la Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Universidad de Sevilla… Además de libros, grabados y documentos, se expondrán cuadros como Último momento de Cervantes (1879), Cervantes y don Juan de Austria (1865), y diversos retratos del literato.
Desde 1861 en el mes de abril se oficia en la iglesia del convento de las Trinitarias -sita en el barrio de las Letras- dónde está enterrado Cervantes, la tradicional misa dedicada al escritor y a los académicos fallecidos durante el último año. Fue el propio Cervantes quien pidió ser enterrado en dicho templo por varios motivos. Los frailes trinitarios pagaron su liberación de los baños de Argel donde pasó cinco años de cautiverio. Era vecino del barrio, residía en la calle del León, esquina con Francos -hoy denominada calle Cervantes-, frente al mentidero de los Comediantes o mentidero de Representantes. Las monjas residentes en el convento eran las protegidas del conde de Lemos, el gran mecenas de los escritores del Siglo de Oro, a quien Cervantes dedicó además de la segunda parte de El Quijote; las Novelas Ejemplares, Los trabajos de Persiles y Segismunda. En el convento estaban la hija natural de Cervantes, Isabel de Saavedra, que asumió el nombre de sor Antonia de San José, al igual que su madre, la actriz Ana Franco, quien pasó a llamarse Mariana de San José.
La calle Huertas es el eje del barrio de las Letras (también conocido por el de los literatos, de las Musas o barrio del Parnaso, en honor al poema de Cervantes, Viaje al Parnaso), siendo la plaza de Santa Ana el centro del barrio. Aquí nacieron los corrales de comedias, donde se representaban las obras de autores como Lope de Vega y Calderón de la Barca-. por lo que ya en el siglo XVII el barrio era de los más frecuentados de Madrid por la gente joven, no sólo por el teatro sino por las actrices que residían en la zona.
En la iglesia de San Sebastián, declarada Monumento Nacional por los archivos que custodia y que acreditan avatares de la vida de ilustres personajes, se conserva el acta de defunción de Miguel de Cervantes. También de Lope de Vega (allí fue enterrado, aunque sus restos se perdieron). El 24 de julio de 1624 se constituyó la cofradía de comediantes de la Virgen de la Novena por los «representantes» (actores), «autores» (empresarios) y dramaturgos de la villa. También fue la sede de las sociedades caritativas que crearon los corrales de comedias y cuyos fondos se destinaban a cubrir los gastos imprescindibles y los cuidados médicos de los actores y autores de teatro. El antiguo cementerio es ahora un vivero situado en la esquina con la calle Huertas. Aquí fue donde el escritor José de Cadalso trató de desenterrar el cuerpo de su amada, la actriz María Ibáñez, experiencia que le inspiró célebres Noches Lúgubres. La iglesia de San Sebastián también fue escenario de buena parte de la novela Misericordia de Benito Pérez Galdós.
La calle de las Huertas era la cuenca de un arroyo, debido a lo cual se cultivaban huertas, como de las que se ocupaban los frailes del monasterio de los Jerónimos. Cervantes vivió en 1614 en el solar que ocupa actualmente la taberna ilustrada Casa Alberto (en el número 18), que abrió sus puertas en 1827 y cuya especialidad son los callos, los caracoles y el bacalao. En la calle Cervantes se conserva el edificio en que residió Lope de Vega durante su súltimos 25 años. La recreaión permite hacerse una idea de cómo era la vida cotidiana en la época, sin olvidar que la situación económica de Lope de Vega era más desahogada que la de Cervantes.
En la misma calle Huertas se encuentra el Café Populart, uno de los clubes de jazz más antiguos y populares de Madrid. Y muy cerca, en la Plaza del Ángel, otro de los templos de la música en vivo, el Café Central.
La peatonalización de la zona dio origen a ornamentos como el de citas o fragmentos -en letras de bronce- de autores vinculados a estas calles como Miguel de Cervantes, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Gustavo Adolfo Bécquer o Benito Pérez Galdós.
El emplazamiento del corral de comedias ha dado paso a dos teatros en la zona. El Teatro Español en la Plaza de Santa Ana y el Teatro de la Comedia, sito en la Calle del Príncipe, una de las calles que salen de la Plaza de Santa Ana. El antecesor del Teatro Español estuvo en el Corral de Comedias del Príncipe, conocido anteriormente como el Corral de la Pacheca, ubicado en el corral de gallinas cedido por Isabel Pacheco, para pequeñas representaciones teatrales, que se sucedían desde el mediodía hasta bien entrada la noche. Tenían el privilegio real de mantener un lugar donde representar comedias y dedicar un porcentaje de la recaudación (la sisa) para sus fines caritativos.
En la calle Príncipe, esquina con la calle Huertas se encuentra el Palacio de la Duquesa de Santoña, también conocido por el Palacio del Duque de Ugena. por haber sido construido por el arquitecto Pedro de Ribera entre 1730 y 1734 como residencia de los Duques de Ugena. En la actualidad es una de las sedes de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.
En la Plaza de Santa Ana estuvo el Convento de Carmelitas Descalzas de Santa Ana, fundado por San Juan de la Cruz en 1586. En 1810 se procedió a derribar el convento y siete casas de vecinos para abrir la plaza, según los planes urbanísticos de José Bonaparte, planes que le valieron el mote de Pepe Plazuelas.
En 1835, durante la regencia de María Cristina, se funda la tertulia del Ateneo de Madrid, que sigue todavía activo. El grupo, formado por Ángel de Saavedra (Duque de Rivas), Salustiano Olózaga, Mesonero Romanos, Alcalá Galiano, Juan Miguel de los Ríos, Francisco Fabra y Francisco López Olavarrieta, imbuidos del más puro espíritu romántico-liberal, se reunía en el Café del Príncipe, actual Café del Español. Entre los miembros de estas tertulias se contaba el escritor satírico Mariano José de Larra, que en su artículo titulado «El café», decía: «No sé si es curiosidad… lo que me hace sentarme en la mesa de un rincón cuatro veces al día para escuchar lo que dicen los demás y que me sirva de diversión cuando vuelvo a casa… y me echo a reír como un loco de las locuras que he oído».
Al otro lado de la plaza se encuentra el hotel ME Hotel Reina Victoria, un hotel de «toreros». En él se han alojado entre otros, Manolete y Luis Miguel Dominguín. Desde la terraza «The Roof», una de las 10 mejores de España, se disfruta una espectacular vista panorámica de Madrid.
Entre los locales tradicionales que se encuentran en la plaza de Santa Ana, la Cervecería Alemana, fundada en 1904. El Villa Rosa, un tablao flamenco abierto en 1919 con unos preciosos azulejos pintados.
En la calle Echegaray, se encuentra el Cardamomo, que presume de ser el único tablao de Madrid recomendado por el diario neoyorquino The New York Times.
Cerca de la iglesia del Cristo de Medinaceli -que como Cervantes también fue rescatado por los trinitarios por haber sido llevada la imagen por los Capuchinos, a la plaza fuerte de Mehdía o Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles- está la célebre taberna La Dolores, buena cerveza, buen vermouth y buenas tapas (anchoas, boquerones en vinagre, pepinillos, bonito con pimiento …). Caminando hacia la Plaza de Las Cortes, nos encontramos dos magníficos hoteles, el emblemático hotel Palace, con su cúpula y su famoso brunch y el hotel Villa Real, con su bar restaurante, el East 47. En dicha plaza se erige una estatua a Cervantes. Para terminar, las esquisitas tapas de Paco Roncero, que se pueden degustar en Estado Puro, ubicado en su establecimiento del hotel NH Paseo del Prado frente a Neptuno.
En el Paseo del Prado nos encontarmos con el CaixaForum, una antigua central eléctrica, reformada por los arquitectos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, con un increíble jardín vertical de Patrick Blanc y con una estupenda librería de arte. Abundan las galerías de arte y los creadores de moda. La Asociación de Comerciantes del Barrio de las Letras saca las tiendas a la calle el primer sábado de mes en lo que han dado en llamar el Mercado de las Ranas.
Si nos aventuramos fuera del Barrio de las Letras, Madrid dedica a Cervantes el conjunto escultórico de la Plaza de España y la calle Don Quijote sita en el barrio de Cuatro Caminos.
En próximas entregas seguiremos la vida de Cervantes en nuestra particlar conmemoración del IV centenario de su muerte.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info] Cincuentopía «Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]