La figura del pintor Jan Toorop es en la actualidad desconocida para un amplio número de amantes de la pintura. ¿Qué fue lo que aportó Jan Toorop al mundo del arte y por qué su legado se ha difuminado en el tiempo?
Jan Theodor Toorop (1858-1928) nació en Java, por aquel entonces colonia de Holanda. Su padre era holandés y su madre aborigen de la isla. Con apenas catorce años se trasladó a la metrópoli y desde comienzos de los 80 empezó sus estudios en academias de arte de Amsterdam y Bruselas. En la capital belga se une al grupo artístico denominado de Los Veinte y entra en contacto con pintores como Khnopff, de Groux y Ensor.
Casi sin solución de continuidad viaja a Londres y París. En la primera entabla amistad con MacNeill Whistler; y en la segunda recibe la influencia de Moreau, Bastien-Lepage, Pisarro, Cezanne y Manet.
A grandes rasgos el estilo de Jan Toorop puede enmarcarse en lo que calificaríamos como linealismo simbolista. Se inspira en aspectos de lo más diverso: motivos medievales como los rosacruces, las técnicas de los prerrafaelitas, los elementos gráficos de su Java natal, la estética puntillista, el estilo Art Noveau…
Todo ello consolidó una técnica pictórica con predominio de los contornos bien definidos, el colorido espectacular con un atractivo punto agreste, el extraño dinamismo de sus esbeltas figuras (lo que algunos especialistas han denominado fatalismo) y las líneas infinitas.
En 1905 se convirtió al catolicismo y tal hecho tuvo una significativa incidencia también en su obra. Comenzó a pintor cuadros con motivos religiosos y místicos y simplificó su estilo desde el punto de vista visual.
La influencia de Jan Toorop fue particularmente palpable a comienzos del siglo XX. Quizá el lugar donde causó mayor admiración su obra fue en Viena, ciudad que lo acogió con una mezcla de fascinación y estupefacción. No es casual que Gustav Klimt haya sido el pintor más influido por su pintura.
Además su hija Charley (1891-1955) fue también una reconocida pintora. Aunque en un primer momento su obra estuvo influida por la del padre, pronto se apartó para apostar por la corriente expresionista. Por cierto, pudimos ver algunos de sus cuadros (incluyendo un magnífico autorretrato procedente del Gemeentemuseum Den Haag) en la exposición Mímesis. Realismos modernos (1918-1945) presentada por el Museo Thyssen entre octubre de 2005 y enero de 2006.
Mi percepción es que hoy en día la figura de Jan Toorop ha quedado un tanto arrinconada. Las nuevas tendencias pictóricas no han favorecido su difusión y tampoco se ha producido ningún hecho concreto en torno a él que la haya potenciado como, por poner un ejemplo, ha podido suceder con Alphonse Mucha. Veremos cómo trata su legado el paso de las próximas décadas. Mientras tanto, hacemos un repaso de su obra en este vídeo extraído del canal de Inés Vigo en YouTube con el impresionante Intermezzo Número 1 en Mi Bemol Mayor de Johannes Brahms de fondo.
