El hombre del brazo de oro es una excelente novela que el escritor estadounidense Nelson Algren publicó en 1949. Gracias a ella obtuvo, entre otros, el National Book Award en su primera edición dentro de la categoría de Ficción.
Nelson Algren (1909-1981) es un autor que no deja indiferente. No lo hizo en vida (su particular modus vivendi y, sobre todo, sus planteamientos políticos le situaron en el punto de mira del FBI o del senador Joseph McCarthy) ni tampoco tras su muerte (el Ayuntamiento de Chicago tuvo que retirar el nombre de una calle que había puesto en su honor debido a las quejas de la comunidad polaca).
65 años después de su publicación El hombre del brazo de oro es editado en castellano por Galaxia Gutenberg, con una muy cuidada traducción de Vicente Campos. Con anterioridad hubo sendas ediciones en español de Luis de Caralt y Orbis en los años setenta y ochenta respectivamente (también creo que a finales de los cincuenta apareció el libro en Hermes pero no he logrado contrastar este dato con un ejemplar físico).
Nelson Algren narra en El hombre del brazo de oro la trayectoria de un conjunto de personajes ubicados en el Chicago (esencialmente en el barrio polaco de la ciudad) de la segunda mitad de los años cuarenta del siglo XX. Drogadictos, camellos, prostitutas, proxenetas, jugadores, buscavidas, bebedores, agentes de la ley, supervivientes y derrotados por el día a día… pululan por las páginas del libro en trágica procesión.
Al frente de todo este impresionante elenco literario se encuentra Francis Majcinek, alias Frankie Machine, veterano de la Segunda Guerra Mundial, de profesión croupier clandestino, lastrado por la adicción a la morfina y por el desencanto vital. Machine es una creación literaria tan excepcional como trágica, tan voluntarioso en determinadas ocasiones como incapaz de salir del agujero de la miseria, que inspira lástima, dolor y ternura a partes iguales.
En derredor a la figura de Frankie Machine Nelson Algren cincela un grupo de antihéroes de la cotidianidad no menos relevante, cada uno de ellos dotado de personalidad propia y de asombrosa carnalidad. Solly Saltskin el Gorrión, Sophie Zosh, Molly Novotny, Violet, Antek Witwicki el Patrón, Stash, Zygmunt, Cerdo Ciego, Louie Fomorowski Nifty Louie, el Paraguas, el sargento Kvork Primo Kvorka, el capitán Bednarski Record Head/Cabeza Archivadora, Zero Schiefka, Contadores, el Paraguas, la viuda Wieczorek, Schwabatski el Carcelero, John el Borrachín… conforman un formidable conjunto de perdedores sociales en sus más variadas posibilidades.
No es de extrañar que la aparición de El hombre del brazo de oro suscitara la polémica en la sociedad estadounidense del momento. Nunca hasta entonces se había relatado de manera tan explícita el fenómeno de la drogadicción; y pocas veces se había profundizado con tanta intensidad en los bajos fondos de una urbe a través de sus tugurios, callejones, comisarías y medios de transporte público.
Pero más allá de las consideraciones de índole local el libro de Nelson Algren constituye una magnífica disección de Estados Unidos. Lejos de la visión de una nación que había salido victoriosa tras la Segunda Guerra Mundial como la principal superpotencia mundial, el autor nos habla de un país conmocionado por el conflicto bélico, desnortado en su estructura social y en sus planteamientos morales, incapaz de dar una acogida digna a buena parte de sus ciudadanos, donde el germen del temor al comunismo resulta ya más que evidente.
La técnica literaria de Nelson Algren es exquisita bajo su aparente aspereza narrativa. La manera en que va urdiendo la trama e incorporando los personajes es de una sutileza excepcional. Y su capacidad para describir escenarios, situaciones y sentimientos resulta asombrosa.
En 1955 Otto Preminger dirigió la película con el mismo nombre basada en la novela. Contó con un reparto más que notable encabezado por Frank Sinatra (quien obtuvo una nominación al Óscar), Eleanor Parker y Kim Novak. Los seguidores de Cincuentopía que quieran ver el film completo pueden hacerlo a través de este enlace correspondiente al Canal Cinetel Multimedia.
De manera adicional El hombre del brazo de oro permite hacer un recorrido por algunas viejas canciones ya clásicas del jazz, el soul, el blues o el repertorio popular y satírico: I’m gonna lock my heart, Among My Souvenirs, Nobody’s Sweetheart Now, I’ve Got a Pocketful of Dreams, I Used to Work in Chicago, Everything’s Moving too Fast, Let Me Call Your Sweetheart, My Heart Belongs to Daddy, Some of these days, How Many Times?, Coquette, Mean to me, All of me, Wrap your troubles in dreams, God Rest You Merry Gentlemen, Gotta Gimme whatcha Got, I wonder who’s boogin’ my woogie now?, Daddy, Civilization, The Frim Fram Sauce, Red Sails in the Sunset, You Let Me Down, It Might As Well Be Spring… Por gentileza de la editorial Galaxia Gutenberg podemos escuchar aquí algunas de estas canciones.
En suma, El hombre del brazo de oro es una magnífica ocasión para acercarnos a un autor de máximo nivel, cuya obra es poco conocida en el ámbito castellanoparlante. Galaxia Gutenberg ha editado otro de sus libros, Un paseo por el lado salvaje, no menos maravilloso que el aquí analizado.
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Nelson Algren. El hombre del brazo de oro. Galaxia Gutenberg.
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David Parra
Especialista en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al ámbito del periodismo. Ha publicado alrededor de diez libros y más de treinta artículos en revistas científicas. Le gusta leer. [/author_info] [/author]