Al lujo le pasa lo que a la creatividad, de entrada parece reservado a unos pocos. Sin embargo puede ser una acertada apuesta profesional a la que hay que tener cada vez en más consideración y darle la importancia que le corresponde.
Esta semana Madrid ha sido la sede de la primera cumbre mundial del turismo de compras (de lujo), un negocio de 217.000 millones de Euros según datos del Deutsche Bank y la consultora Bain. Según palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid “ el turismo de compras ejerce su función como motor de progreso al ofrecer competitividad y excelencia”. Por fin se reconoce abiertamente y sin complejos las bondades del sector del lujo, incomprendido por muchos, demonizado por otros, tratado con frecuencia como insultante obscenidad ante la crisis. Pero el lujo es un magnífico nicho de mercado y fuente de negocio.
Definir el lujo siempre ha sido problemático porque ha significado cosas diferentes, a veces mutuamente excluyentes. En la antigua Grecia, por ejemplo, el lujo se asociaba no sólo a las clases adineradas sino también a valores importantes, como la democracia, el patriotismo, la armonía social, la valentía heroica y épica, e incluso a lo divino. Es difícil poder imaginar estas asociaciones hoy en día. También hemos de tener en cuenta que significa algo diferente para cada grupo social.
Para el más desfavorecido es lo imposible y probablemente simboliza la codicia y la injusticia, para la clase media es una eterna promesa que le inspira a seguir luchando con la esperanza de poder disfrutarlo plenamente algún día, para un nuevo rico se trata de adquirir símbolos que representen y muestren a otros su recién adquirido estatus. Y para los que son inmensamente ricos ya no se trata simplemente de productos o de servicios, sino de aquello que sea único, de lo inalcanzable para la mayoría, y en última instancia de algo intangible. Para los que todo lo tienen, el tiempo se convierte en lo más valioso sobre la tierra, mucho más que el dinero. Tiempo para hacer todo lo que se quiere hacer.
Y es que el lujo siempre ha sido mucho más que simplemente lo caro y más que algo que simplemente se consume.
Según los expertos hoy el nuevo lujo no gira tanto alrededor de marcas caras y exclusivas sino que es más bien una manera de ver y disfrutar la vida para gozar de experiencias únicas más que protagonizar un acto de ostentación. Claro que siempre hay excepciones.
Mucho se especula acerca del futuro del lujo. Puede parecer un sector económico frágil. Aunque lamentablemente el abismo entre clases no se cierra, sino al contrario, parece que se amplía, también es cierto que cada año hay más y más millonarios en el mundo . Nuestra lógica de consumidor medio nos dice que lo primero que hay que suprimir ante un problema es lo superfluo, el lujo. Pero el sector del lujo tiene una demanda muy consolidada: cambian los protagonistas pero no el volumen de actividad.
Por algo la mayoría de los sectores tienen un segmento de alta gama. Tenemos yates diseñados por Philippe Starck, móviles Vertu con cuero de tapicerías de Ferraris, camisas Brioni y mosaicos Bisazza. Helicópteros diseñados por Hermès o Versace. Esto significa que el mercado de productos, servicios y experiencias de lujo es una oportunidad de negocio, muy a tener en cuenta en estos momentos de crisis, y especialmente para quienes andan un tanto perdidos o buscan reinventarse profesionalmente.
Todo un universo de exquisitez y elegancia, que también lo es de experimentación e innovación. Pensemos en el mundo hotelero. Son los hoteles de máxima categoría los que pueden implementar los sistemas más avanzados de ahorro de energía y las mejores políticas de sostenibilidad. No todos los hoteles se las pueden permitir. Si nos vamos al mundo automovilístico, es en la Fórmula 1 -un deporte elitista por excelencia- donde se pueden poner a prueba los materiales, motores y sistemas electrónicos que sólo años después serán incorporados en los vehículos del pueblo llano. El lujo y la más alta tecnología van de la mano, por lo tanto es necesario para el desarrollo tecnológico del que todos nos beneficiamos. Podríamos decir lo mismo en otros campos, como la cosmética, la medicina, la educación, la arquitectura o la moda.
Importante motor de la economía, partiendo del pasado y respetando la tradición marca las tendencias del desarrollo, aspira a la perfección, define los ideales de belleza. Múltiples razones para considerarlo un sector absolutamente necesario y esencial. La clave, por tanto, es saber qué podemos ofrecer a sus exigentes consumidores, y decidir en qué segmento podemos ser los mejores. Buscando esa excelencia, puede que el proceso también nos favorezca como personas y como sociedad.
Foto de portada: Hotel Oberoi Rajvilas (Jaipur, India). Foto de http://www.luxuryhotelexperts.com
Foto interior: Fitur Shopping. www.ifema.es
Josefina Escudero
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2013/12/Josefina-Escudero.jpg[/author_image] [author_info] Josefina Escudero. Mentora internacional, es experta en Negociación Internacional, Diplomacia Ejecutiva y Protocolo Multicultural y colabora en medios de comunicación y prensa especializada. Creadora del concepto diplomacia ejecutiva y estrategia relacional. Tras vivir y trabajar más de 18 años fuera de España, funda El Escudero Fiel y Josefina Escudero. Y junto con Paloma Carreño está a cargo de Punto y seguido. Ama la diplomacia porque le importan las personas. [/author_info] [/author]
4 comentarios. Dejar nuevo
Gracias Josefina por el artículo. Original y muy interesante. Magnífica idea ofrecerla a los emprendedores como opción. Y otras muchas visiones que en él nos dejas.
Me gusta cuando dices que para cada grupo social significa una cosa distinta. Yo diría incluso que lo es para cada persona.Es muy adecuada esta visión tan abierta que ofreces para abrirnos a nuevos conceptos utilidades.
Gracias y un saludo.
Araceli
Hola Josefina,
le has dado al Lujo Lujo!!!!
Hola Josefina:
Me ha parecido muy interesante tu artículo. Das claves y abres nuevas visiones en un sector que la verdad no es muy conocido. Has sido muy valiente al lanzarlo en un momento en que como dices, hablar del lujo no fuera solidario. Y me has hecho reflexionar sobre esto. Yo era de los que pensaba que no pegaba en estos momentos. Y tu nos dices: mirar bien y aprender a ver las oportunidades allí donde están.
Gracias por eso. Das soluciones concretas, y yo voy a mirar este y otros sectores de otra manera más abierta.
Deseando leer tus próximas publicaciones.
Un saludo
juan a
Josefina, gracias por tu visión 360º del mundo del lujo, invita a reflexionar sobre las oportunidaes de este nicho de negocio.
Leerte siempre es un Lujo!!!