En Cincuentopía nos suena la cara de… José Luis Barcelona, uno de los más prestigiosos profesionales de Televisión Española en sus comienzos.
José Luis Barcelona (1932-2017) comenzó a trabajar en la banca y no se incorporó al ámbito de la comunicación hasta la década de los cincuenta, desarrollando su actividad en Radio Juventud como locutor y actor.
En 1959 ingresa en Televisión Española, destinado en el centro de producción de Cataluña en Miramar. De hecho, fue el encargado de abrir oficialmente las emisiones en el mismo. Allí demuestra su saber hacer y su extraordinaria versatilidad, participando en programas de toda índole (concursos, entrevistas, programas de variedades…), entre los que se encuentran Música en su pantalla, Primer aplauso, Club del martes, Orbe, Discorama y el muy popular Reina por un día, quizá su trabajo más conocido en esos años.
En los setenta José Luis Barcelona continúa su actividad en Televisión Española Miramar. De estos años son programas como Carrusel del domingo, Kilómetro lanzado o Canciones de una vida. También fue director y guionista de Tot i més y de Primera fila, ambos del circuito catalán de TVE, y prosiguió su carrera como destacado actor de doblaje.
La carrera de José Luis Barcelona en Televisión Española concluyó en 1992. Él fue uno de los muchísimos profesionales que abandonaron con toda discreción la antigua casa, acaso sin que recibieran toda la atención y notoriedad que hubiesen merecido.
José Luis Barcelona escribió el libro Tú puedes salir en la tele, donde explicaba sus vivencias profesionales con un tono humorístico y lleno de anécdotas. Así informó de su fallecimiento el circuito territorial de Cataluña.
Por todo ello, en Cincuentopía nos suena la cara de… José Luis Barcelona.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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