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En ruta por… Alcalá de Henares

En ruta por... Alcalá de Henares

Alcalá de Henares es el destino de la serie en ruta por… de Cincuentopía. Se trata de una bellísima localidad, situada a apenas treinta kilómetros de Madrid, Patrimonio de la Humanidad desde 1998.

Alcalá de Henares nos sorprende por su variedad, por sus posibilidades, por su singularidad. No hay una única Alcalá sino muchas, y a cual más atractiva: la de Cervantes, la de Cisneros, la de los estudiantes universitarios, la medieval, incluso la antigua Complutum de los romanos…

No tengamos prisa, no nos dejemos abrumar por la innumerable cantidad de monumentos repartidos por todas partes de la ciudad. No es casualidad que el urbanismo de la villa, transformado a partir del siglo XVI debido a la fundación de su universidad, haya sido valorado por la Unesco como el primer modelo de Ciudad Universitaria de la Edad Moderna.

¿Qué tendrá Alcalá de Henares que los sonidos se escuchan de manera muy distinta a otros lugares? A poco que nos fijemos, oímos con una extraordinaria nitidez los pasos de los transeúntes que recorren sus calles empedradas, el murmullo de las personas refugiadas en los soportales, el crotoreo de las cigüeñas con sus formidables picos.

Sepulcro del arzobispo Carrillo en la catedral

Miramos con pereza placentera todo cuanto nos rodea y echamos una breve ojeada a edificios, viandantes, escaparates; aspiramos el aire limpio de la ciudad, olfateamos los aromas que salen de tiendas y viviendas particulares y advertimos cómo la boca se nos hace agua al pasar por determinada pastelería o restaurante.

Vayamos por donde vayamos en Alcalá de Henares está bien presente la figura de Miguel de Cervantes, nacido en la localidad. Qué diría el prodigioso escritor al ver su nombre por todas partes, cómo ha cambiado el país que tan mal lo trató y que ahora se aprovecha de su egregia personalidad para repartir premios y atraer turistas de los cinco continentes.

El ayuntamiento, uno de los ejes directrices de Alcalá de Henares

Nuestros pasos nos conducen a algunos de los grandes monumentos de Alcalá de Henares. Allí está el Colegio Mayor de San Ildefonso, con su formidable fachada del siglo XVI, sus no menos hermosísimos patios universitarios o su extraordinaria capilla.

Y al otro lado, apenas a unos centenares de metros, la catedral de los santos Justo y Pastor, la única en el mundo que posee el título de Magistral, una obra del gótico tardío edificada sobre la tumba de los dos santos que según la tradición sufrieron martirio a comienzos del siglo IV. ¡Qué maravilla poder contemplar con cierta pausa su preciso trazado, ahora muy reconstruido, las pinturas y tapices, las vestimentas eclesiásticas, algunos de sus monumentales esculturas en forma de sepulcros!

Las pupilas del viajero acaso se dilatan ante la cantidad de monumentos de la más variada índole que van apareciendo ante sus ojos. Alcanzamos a ver la torre de Santa María, el hospital de Antezana, la casa de los Linaza, el convento de Corpus Christi, el corral de la Sinagoga, la ermita de los Doctrinos, el colegio del Rey, el convento de Santa Úrsula, la casa de la Entrevista, la capilla del Oidor, la ermita de Santa Lucía…

¡Qué cantidad de historias esconde la calle de Libreros!

Y, por supuesto, también pasamos por otros lugares emblemáticos de Alcalá de Henares: el ayuntamiento, la plaza de Cervantes, el palacio arzobispal, la calle mayor (la más larga de España soportolada), los diferentes yacimientos arqueológicos de la época romana, la casa museo de Cervantes…

Nos vamos con la inevitable sensación de que todavía nos queda mucho por ver y por disfrutar. ¿Para qué frustrarnos por ello? ¿Acaso no es el mejor motivo para regresar de nuevo a la singular villa?

La serie en ruta por… de Cincuentopía se compone hasta el momento de las siguientes entradas:

[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».

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Tags: CONTAR, DESTACADOS

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