Con La buena reputación Ignacio Martínez de Pisón demuestra que es uno de los mejores y más sólidos narradores con que actualmente cuenta la literatura en lengua castellana. La obra sigue la senda de El día de mañana, la excelente novela con la que el autor obtuvo en 2011 el Premio Nacional de la Crítica.
Ignacio Martínez de Pisón (1960) se encuentra en estado de gracia literaria, algo únicamente al alcance de unos pocos elegidos. Ha alcanzado un más que notable dominio de la técnica narrativa pero dicha destreza en modo alguno ha atenuado su capacidad de fabulación ni le ha hecho incurrir en un discurso engolado o estéticamente ventajista (algo que no es tan infrecuente en muchos autores).
La buena reputación constituye un formidable y virtuoso ejercicio de funambulismo narrativo del que el autor sale indemne en todo momento. La novela mezcla épocas históricas, ambientes, ciudades, religiones, estructuras familiares… sin perder en momento alguno un ápice de ritmo o consistencia.
El libro de Martínez de Pisón cuenta la historia de la familia Caro-Campillo a lo largo de tres generaciones y casi cuarenta años. Arranca a comienzos de la década de los cincuenta del siglo XX (aunque contiene alusiones incluso de treinta años atrás) y concluye a mediados de los ochenta.
Durante un lapso de tiempo tan prolongado los personajes van mostrando sus vivencias, sentimientos y cambios de piel en ciudades tan distintas como Melilla, Málaga y Zaragoza (con algún breve pero jugoso añadido referido a Barcelona y Tetuán).
Como toda gran novela La buena reputación admite muy variados y distintos niveles de lectura. Por un lado es una honda disección sobre los nexos familiares, las relaciones de amor y desamor entre maridos y mujeres, las disputas entre padres e hijos, los forcejeos entre hermanos, las sombras de los amores furtivos, las personalidades dominantes que eclipsan las de quienes les rodean, traiciones inesperadas y fidelidades incomprensibles, el doloroso a la vez que inevitable deterioro consecuencia del paso del tiempo…
Al mismo tiempo la obra incorpora una vertiente histórica más que interesante. Magníficas son, por ejemplo, sus descripciones sobre la Melilla de los años cincuenta y su contraste con la de tres décadas después. No menos magistral es su aproximación a la comunidad judía de esa ciudad, alejada de cualquier arquetipo banal, o sus sutiles referencias al proceso de descolonización del Marruecos español.
Uno de los grandes pilares de la novela es la solidez con que están construidos sus personajes. Todos y cada uno de ellos, desde los principales hasta los que aparecen más esporádicamente, poseen una más que apreciable materialidad que favorece la identificación/desidentificación por parte del lector.
La primera generación (con el matrimonio de Samuel y Mercedes pero también con sus respectivas hermanas Esther, Rebeca y Teresa), la segunda (magníficas las hermanas Miriam y Sara y no menos bien perfilados sus respectivos cónyuges) y la tercera (con Daniel y Elías a la cabeza) compiten en grado de carnalidad y capacidad de cambio ante un entorno externo e interno siempre en movimiento.
Desde tal punto de vista La buena reputación transita el camino de las grandes novelas sobre sagas familiares que van calando de manera paulatina en nuestra mente y nos terminan por conmover hasta los tuétanos. Ese mismo lindero que recorrieron Brontë en Cumbres borrascosas, Mann en Los Buddenbrook, Singer en Los herederos, García Márquez en Cien años de soledad y tantos y tantos más.
Para quienes todavía no conozcan a Ignacio Martínez de Pisón La buena reputación es una magnífica ocasión para acercarse a la obra de un autor en constante crecimiento, que cuenta a sus espaldas con distintas novelas, libros de cuentos, ensayos y guiones cinematográficos. Cualquiera de ellos merece la pena ser leído. Una significativa parte de su producción ha sido publicada por la editorial Seix Barral.
——————————————————————————————-
Ignacio Martínez de Pisón. La buena reputación. Seix Barral. Barcelona, 2014.
——————————————————————————————-
