La calvicie es una de esas cuestiones sobre las que todo el mundo habla pero casi nadie tiene claro su origen, características, singularidades y efectos.
Parece evidente que cuando ya se han cumplido unos años la calvicie o alopecia es una realidad que afecta a un porcentaje significativo de población aunque no siempre es necesariamente así. No obstante, sería un error pensar que todas son iguales, la tipología es sumamente variada.
La más habitual es la conocida como androgénica, que afecta principalmente a los varones. Se debe a la acción de las hormonas masculinas o andrógenos sobre el folículo piloso, provocando la gradual pérdida de pelo por la zona de la cabeza aunque también puede afectar a otras áreas del cuerpo.
Otras modalidades son la alopecia areata, en la que la pérdida de cabello no es definitiva y se circunscribe a una zona determinada, la traumática y las de carácter cicatricial, bien sean por enfermedades hereditarias o infecciosas. Y éstas son algunas de las posibilidades aunque hay bastantes más.
En el caso de la androgénica hay una manera de clasificarla, conocida como escala de Hamilton-Norwood, que la clasifica en siete niveles. Se trata de una escala útil para terapias preventivas y trasplantes capilares. Su desarrollo típico comienza en las zonas temporal, las llamadas entradas, y frontal. Más adelante empieza a clarear el pelo por la coronilla, hasta que la calva se extiende por toda la parte superior del cráneo. En la mayor parte de los casos se mantiene una franja de pelo con forma de corona por la nuca y encima de las orejas.
Se trata de un proceso tan habitual que a nadie llama la atención. De hecho, entre hombres calvos y tipos con la cabeza afeitada la cantidad de individuos que hoy en día pululan por las calles es verdaderamente abrumador.
Caso distinto es cuando afecta a una mujer, bien por motivos hormonales o por alguna enfermedad o como consecuencia de un tratamiento para combatir alguna dolencia grave. Entonces la vista se gira hacia esa persona y se ocasionan determinados trastornos psicológicos que se añaden a los físicos. En el caso femenino nos encontramos con alopecias androgenéticas pero también con las derivadas de cuestiones como la menopausia, las hepatopatías, las alteraciones del tiroides o las de carácter idiopático.
Surge así la gran cuestión: ¿qué hacer ante una pérdida de cabello? En líneas generales, lo mejor es acudir a un profesional de la salud para que valore la cuestión y nos oriente al respecto. En este sentido no parece aconsejable tomar iniciativas de las que luego nos podamos arrepentir.
Y tampoco nos fiemos de determinadas afirmaciones con relación a esta cuestión: llevar el pelo largo provoca calvicie, raparse el pelo previene la alopecia, el jabón blanco evita la caída de pelo. Todas ellas son falsas.
Si tienes algún tipo de relación con la alopecia te va a interesar este podcast de «Qué hay de tu vida», el programa que se emite en Radio Cincuentopía de forma semanal. “Qué hay de tu vida” es un programa elaborado por el equipo de Viva Voz para Cincuentopía.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
[/author_info] [/author]