La emblemática tienda Vinçon acaba de cerrar sus puertas en Barcelona. En 2010 clausuró la sucursal que mantenía abierta en Madrid. Emblemática no sólo por su singular actividad comercial, sino por los históricos edificios que ocuparon ambas sedes.
La sede de Barcelona estaba ubicada en la Casa Casas-Carbó, un edificio modernista sito en el número 96 del Paseo de Gracia de Barcelona. Dicho inmueble también recibe el nombre de Casa Ramón Casas, dado que fue un encargo del gran pintor y cartelista al arquitecto Antoni Rovira i Rabassa en 1898. En el piso principal tuvo su residencia el pintor -ocupado por Vinçon desde 1.985, desde donde se accede a la terraza interior de uno de los patios más bonitos del Eixample barcelonés. Y desde donde se puede admirar la fachada posterior de la Pedrera de Gaudí- y en la que constituía la sala de exposiciones de Vinçon especializada en diseño gráfico e industrial desde 1.973, Ramón Casas instaló la sede de su revista Pèl & Ploma, cuyos textos estaban a cargo de Miguel Utrillo.
La fachada está ejecutada en piedra labrada, en la que destacan los balcones y el remate superior de la fachada, así como la puerta principal con adornos de metalistería dorada muy sobresalientes. En el interior también se conserva la magnífica chimenea.
En torno a los años cincuenta, el piso principal estuvo ocupado por la célebre firma de alta costura Asunción Bastida.
La sede de Madrid, que se mantuvo abierta desde junio de 1.997 hasta marzo de 2.011, estaba situada en un edificio protegido en pleno barrio de Salamanca , sede de los talleres de platería de la familia Espuñes desde el 1920 y hasta 1995, según un proyecto del arquitecto González Aguado. Como curiosidad la fábrica empezó a producir su propia energía eléctrica –algo impensable en la actualidad-que incluso llegó a distribuir por la zona, hasta que posteriormente este servicio pasó a manos de la Compañía Unión Eléctrica Madrileña. Ubicado a 50 metros de la calle Goya, el edificio sólo es visible desde las calles Castelló y Jorge Juan.
En 1941 Enrique Levi y Hugo Vinçon fundaron la primera tienda en el Paseo de Gracia, bajo el nombre de Regalos Hugo Vinçon. La vinculación de los Amat –los actuales propietarios- con el negocio se inició un año más tarde, con la contratación de Jacinto Amat como vendedor. Aunque el verdadero germen de la idiosincrasia actual de Vinçon proviene de los años 60, cuando la familia Amat –ya como única propietaria del negocio- se plantean asumir riesgos y bucear en la incipiente industria de objetos de diseño contemporáneo para la casa. La tienda era tratada toda ella como un escaparate para que pasear por ella se convirtiera en una experiencia diferente a la deambular por unos grandes almacenes.
Los años 90 supusieron el descubrimiento de la tienda por el gran público. Los juegos olímpicos de 1992 ayudaron a descubrir la marca Vinçon a clientes de otros países. En 1995 Vinçon es galardonado con el Premio Nacional de Diseño. Aunque no fue el único, en 1983 obtuvo el trofeo Laus por la buena labor gráfica, en 1994 recibió el galardón europeo Frankfurter Zwilling a la mejor distribución y el premio a la mejor tienda de Barcelona en 1999.
La estrategia del escaparatismo de Vinçon se centraba en dos puntos fundamentales: Los miles de personas que deambulaban por el Paseo de Gracia Si se tenía interés en conocer el mensaje comercial implícito, había que detener el paso y fijar la mirada. Con motivo de los premios European Community Design Prize, se destacaba que: “Los escaparates más sugerentes de la ciudad tratados como un regalo continuo que Vinçon hace a los transeúntes”. También “el escaparatismo de Vinçon apela a la conciencia crítica de las personas” como una estrategia para “llamar la atención de unos consumidores cada vez más anestesiados con las estrategias de venta más tradicionales”.
La elección de los objetos, de diseño actual y de precios muy distintos, algunos muy elevados, era otra de sus singularidades. Sobre todo, que tuvieran “emoción”. Del diseño de las bolsas se han venido ocupando desde Javier Mariscal hasta Pati Núñez.
Sin embargo, parece que estas singularidades se han vuelto en contra de la viabilidad del negocio. Se ha invertido la proporción de viandantes en el Paseo de Gracia, cobrando protagonismo el turismo entre la clientela. A la par que la crisis ha ido reduciendo la clase media.
El resultado es que el tejido comercial de las ciudades cada vez es más uniforme.
¿Crees que el cierre de Vinçon es el paradigma del declive del comercio tradicional? ¿Hay algún ejemplo significativo en tu ciudad?
[author] [author_image timthumb=’on’] https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2014/01/Charo_2013-150×150.jpg [/author_image] [author_info]Charo Onieva
Su curiosidad la ha llevado a desarrollar distintos proyectos de emprendimiento en los entornos offline y online. Impulsora de Cincuentopía. [/author_info] [/author]
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