Calzados Gorila, el calzado de nuestra infancia

¿Te acuerdas de la pelota verde que regalaban con los Calzados Gorila?

En estos días en que da comienzo el curso escolar, es inevitable recordar los preparativos que conllevaba la vuelta al colegio. Desde los libros hasta la indumentaria, el primer mandamiento de nuestras madres era conseguir que el equipamiento durase todo el curso. O que incluso pudiera ser reutilizado por los hermanos pequeños. Faldas extralargas, pantalones con dobladillosos anchos … Sin olvidar el versatil par de zapatos que se lustraban con esmero los domingos y que soportaban jornadas de juegos y estudio.

En los años de nuestra infancia escaseaban los modelos y las marcas. La marca de calzado que copaba los escaparates de las zapaterías infantiles eran los Calzados Gorila. Aunque quizá nuestro recuerdo esté unido a la pelota de goma verde que regalaban con cada compra de un par de zapatos. Tal fue el éxito que alcanzaron los Calzados Gorila que la fábrica llegó a emplear 400 trabajadores en los años 60, su peiodo de mayor auge empresarial.

A principios de los cuarenta un emprendedor taxista mallorquín, Jaime Salom, fundó la empresa Calzados Salom. Los inicios fueron complicados. El primer emplazamiento de la empresa estuvo en un modesto garaje de Palma de Mallorca y las escasas materias primas se adjudicaban mediante cupos. El ofrecimiento realizado por la empresa Hermanos Tomás de incorporar una suela de goma vulcanizada supuso el despegue de la empresa. La técnica de vulcanización aplicada por primera vez al calzado fue patentada con el nombre de vulbatemcuero. Técnica que también contribuyó a aumentar no sólo la durabilidad, sino también la comodidad.

Y del garage a la fábrica. En 1938 el arquitecto Guillem Muntaner diseñó un edificio de estilo racionalista con rasgos regionalistas, que se ha salvado de la piqueta. La Comissió de Centre Històric i Catàleg del Ayuntamiento lo ha incluido en el catálogo de inmuebles de interés histórico, arquitectónico o artístico. Para hacerse una idea de la arquitectura industrial de Palma de Mallorca en el Museo Krekovic de la ciudad se puede visitar la exposición Las fábricas y los huertos.

Al impacto causado por el estreno de la película King Kong en 1933 no fue ajeno el fundador de Calzados Gorila,  Jaime Salom. El gorila KIng Kong se convirtió indirectamente en el icono de la marca. La pelota verde de goma llevaba la figura de un gorila en relieve. Los eslóganes empleados  “La marca a prueba de niños”; “Tan fuerte como yo”, “Gorila resiste” dan muestra de la idea de resistencia y durabilidad que se quería transmitir. El slogan “Desconfíe de las imitaciones. Exija el sello verde ¡el auténtico!” hacía referencia a la marca verde de la suela con la que hicieron frente a la competencia. No sólo el márketing sino la afición al ciclismo del fundador de los Calzados Gorila llevó a la empresa a esponsorizar un equipo ciclista, el MInaco Gorila.

La empresa no acometió la modernización que requería el volumen de pedidos que recibía desde toda España ni el cambio de tendencia empresarial en un nicho de mercado, el calzado infantil, que la agudeza empresarial de Jaime Salom supo detectar en sus inicios. En 1991, Calzados Gorila fue adquirida por la empresa riojana Hergar, que fabrica y comercialza los zapatos para caballero Callaghan.

Calzados Gorila celebra su 75 aniversario con una exposición en Madrid que recoge la trayectoria de la marca durante estos años. Es una oportunidad para revisar la historia de España y los cambios sociales que se han producido desde la posguerra hasta nuestros días. La exposición “75 años de Gorila” está instalada en el Espacio Mood, en la Corredera Baja de San Pablo, 8 y podrá visitarse los días 22, 23 y 24 de septiembre.

Y si todavía conservas una pelota verde de Calzados Gorila, envíanos una foto. ¡La publicaremos!

Fotos:

Portada: Vía Flickr

Blog Calzados Gorila. http://gorila.com/

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]