La crisis económica y al avance imparable de las nuevas tecnologías y los negocios que se crean al amparo de la economía digital, someten nuestro mundo de certezas a una profunda revisión.
Los profesionales que rondamos la cincuentopía nos vemos abocados a los que probablemente son dos de los ejercicios más duros a los que se puede someter a una persona cuando ha llegado a esa edad en que ingenuamente piensa que sabe algo de lo suyo: reinventarse y desaprender.
Es cierto que los cincuentópicos no formamos parte de manera natural del ecosistema digital, ese que está transformando el mundo y que conforman unos individuos llamados “nativos digitales” que nacieron en el entorno de los años 80, cuando algunos empezábamos ya a dar nuestros primeros pasos en el mundo profesional y los ordenadores hacían su entrada tímidamente en las empresas.
A pesar de ello, somos muchos los que nos negamos a desaparecer y pasamos mucho tiempo ocupados en entender, dentro de lo posible, la gran aventura que se está desarrollando ante nuestros ojos en ese espacio virtual que ha transformado de manera drástica las relaciones sociales, comerciales, la información, el conocimiento y el ocio en el mundo entero. Y, por supuesto, también el marketing y la forma en que las empresas, las marcas y los profesionales se relacionan con su entorno.
Por eso, mi consejo es que si estás pensando en crear un negocio, bien impulsado por la necesidad de mantenerte activo laboralmente o porque ha llegado el momento de llevar a cabo un proyecto vital largamente imaginado, no te quedes atrás y aproveches las ventajas que ofrece la economía digital; entre ellas cabe destacar la eliminación de las barreras geográficas, la inmediatez en la gestión, el acceso a más clientes y segmentos, la creciente amplitud y riqueza de la información disponible y, de manera muy especial, la cooperación entre consumidores que se entiende bajo el concepto de “economía colaborativa” y está transformando el mundo de los negocios.
Entre estar y saber estar en la economía digital
Está claro que en el mundo digital no es ya solo imprescindible “estar” sino, sobre todo, “saber estar”. Para ello, dos ingredientes son fundamentales: uno, el sentido común, algo que puede darnos cierta ventaja a los que no somos nativos digitales, aunque solo sea por eso de la experiencia y la madurez, y dos, el uso apropiado de la tecnología, algo para lo que siempre habrá expertos en los que podamos confiar.
Y si el sentido común es fundamental para saber estar en el medio digital, hay ciertas reglas del juego que no podemos ignorar y que son las que nos ayudarán a conseguir el éxito en nuestra aventura empresarial.
Aquí tienes diez de ellas:
• Definir y expresar con claridad nuestros objetivos. Saber por qué estamos en la red y qué es lo que esperamos conseguir con nuestra presencia en el medio.
• Conocer y segmentar a nuestro consumidor, algo que Internet permite hacer con mucha más exactitud que los medios tradicionales.
• Los consumidores, nuestros clientes, han de ser el centro de nuestro negocio y conseguir que su experiencia sea positiva y relevante será lo que marque la diferencia entre nosotros y nuestra competencia.
• Crear un concepto potente en el que basar nuestra estrategia de comunicación, las acciones y los mensajes que la articulan. Y actuar con consistencia en todas las fases del proceso.
• Planificar bien nuestra estrategia y las acciones tácticas que van a permitirnos desarrollar la estrategia.
• Desarrollar mensajes claros y específicos. No olvidar que ser honestos, relevantes y creativos intensifica ampliamente las posibilidades de ser escuchados y tenidos en cuenta a largo plazo.
• Seleccionar los medios. En la red la diversidad es la norma. Está en nuestras manos elegir la forma y los medios que mejor se adecuen a nuestro proyecto.
• Escuchar, volver a escuchar y corregir donde sea que no estemos acertando en posicionarnos correctamente.
• Pensar en grande, en global, con una mentalidad abierta y flexible que rompa con los viejos esquemas que ya no funcionan.
• Saber elegir a quien gestione nuestra presencia en la red e interactúe con nuestros clientes. En manos de estos profesionales dejamos nada más y nada menos que un material altamente sensible, la imagen y la reputación de nuestra marca comercial y/o de nuestra marca personal.
Aunque en estos tiempos que corren quien no es un gurú o un crack no es nadie, yo confieso ser nada más y nada menos que una profesional del marketing y la comunicación estratégica que ha desarrollado su carrera profesional en entornos internacionales. Veinticinco años en los que lo he hecho lo mejor que he sabido y me han dejado, que ya es bastante. Apasionada de la creatividad y de cualquier actividad que nos impulse a ser más libres y más felices. En la actualidad, cofundadora de Gildascloset.com[/author_info] [/author]
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