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Maestros de la fotografía: Gertrude Käsebier

Maestros de la fotografía: Gertrude Käsebier

Gertrude Käsebier se une al elenco de Maestros de la fotografía que son analizados a través de Cincuentopía. Conozcamos mejor su trayectoria profesional.

La estadounidense Gertrude Käsebier (1852-1934), cuyo apellido de soltera era Stanton, constituye un caso excepcional en el ámbito de la fotografía puesto que inició sus estudios en tal materia cuando frisaba los cuarenta años, en primer lugar en su país de origen y con posterioridad en Alemania y Francia.

Sin embargo, apenas un lustro después de iniciarse en este arte presenta una exposición en Boston con 150 fotografías, una producción enorme para los cánones de la época, que recibe una excelente acogida por parte de la crítica especializada y que marca un rápido auge en este mercado, convirtiéndose en una de las referencias a seguir, sobre todo en su faceta como retratista, y quedando incluida en el movimiento artístico Photo-Secession.

En 1899 Gertrude Käsebier vende su fotografía El nacimiento por cien dólares, el mayor precio que hasta ese momento se había pagado por una foto artística. A lo largo de la primera década del siglo XX se advierte su gradual abandono del pictorialismo para apostar por un estilo europeo, en el que se apuesta por temáticas vinculadas a su experiencia cotidiana alejadas de toda grandilocuencia.

En 1929 desmonta su estudio fotográfico y concluye una trayectoria profesional quizá no tan dilatada en el tiempo como la de otros colegas pero sí sumamente exitosa. Hoy en día podemos disfrutar de unas cuantas de sus fotografías a través de diversas páginas web especializadas; recomendamos la del Museo Reina Sofía, poseedor de algunas de ellas.

Hasta el momento la serie Maestros de la fotografía de Cincuentopía se compone de las siguientes entradas:

[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía

«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».

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Tags: ARTISTEAR, DESTACADOS

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