Hace unas cuantas semanas publiqué en Punto y Seguido un post llamado “Reinventarse ya no es una opción” en el que cerraba con una lista de 10 consejos que, desde mi propia experiencia, creo imprescindibles para asumir la tarea de reinventarse con éxito.
Estos son los 10 consejos de los que iremos hablando a lo largo de los próximos meses.
- No te resistas al cambio
- Olvídate de los estereotipos
- Sé optimista
- Analiza bien tu potencial
- Valora la creatividad
- Busca un buen equipo
- Ten grandes amigos
- Construye una historia única
- Apóyate en las nuevas tecnologías
- Sé tú mismo/a
La pasada semana hablamos de la inutilidad de resistirse al cambio, sobre todo ese cambio que imparable e inexorablemente viene provocado por el desarrollo tecnológico y cuyo impacto se está haciendo palpable en todos los ámbitos de nuestras vidas y muy especialmente en el laboral.
En este nuevo post, que se corresponde con el consejo número dos, hablaremos de eso tan difícil que es olvidarse de los estereotipos y en especial de uno, ese que dice que a cierta edad ya es tarde para empezar cualquier cosa.
Llegados a la cincuentopía permitámonos ese privilegio que viene asociado a la madurez y que consiste en dudar de la veracidad de muchas de las afirmaciones que sustentan el relato sobre el que se asienta nuestra sociedad. Sobre todo aquellas afirmaciones que son paralizantes y nos impiden avanzar. El hecho de que hayamos oído repetir a lo largo de nuestra vida que las cosas tienen su momento y su edad no quiere decir que no haya muchísimos proyectos que todavía podamos abordar con éxito.
Evidentemente hay profesiones para los que la edad es un hándicap casi insalvable: deportista de elite o modelo de alta costura, por ejemplo, pero somos gente razonable y nadie a los cincuenta se plantea metas ridículas o inalcanzables. Sin embargo, son muchas, muchísimas las cosas para las que no es tarde y no lo será mientras así lo decidamos y tengamos la ilusión y los recursos necesarios para emprenderlas. Diría más, son cosas que con madurez y experiencia pueden resultar mucho más interesantes: escribir un libro, montar una escuela, ser profesor, consultor, voluntario, poner en marcha un medio de comunicación o una empresa, entre otras muchas posibilidades.
Si, crear una empresa. Ya sé que vivimos en tiempos en los que la juventud parece el valor más demandado entre los emprendedores, incluso existe el denominado “efecto Zuckerberg” (Marc Zuckerberg creó Facebook con 19 años buscando un medio para ligar con las chicas de Harvard) que consiste en que o eres casi un niño o para ti está vetado el mundo de las start ups y las empresas de carácter tecnológico. Pretender hacerse un hueco en Silicon Valley más allá de los 30 años parece una temeridad y que te escuche un inversor algo casi imposible. Lo bueno es que no parece que Silicon Valley sea la meta a la que aspiremos la gran mayoría de nosotros. Y tampoco creo que las mejores de nuestras ideas giren en torno a las nuevas tecnologías, aunque se beneficien de ellas. Y, si ese fuera el caso, siempre habrá un equipo de jóvenes desarrolladores a los que se pueda contratar para que hagan técnicamente posible el proyecto.
Sin embargo los datos estadísticos desmienten la idea de que para montar una empresa haya que ser joven; de hecho, grandes marcas internacionales fueron creadas por personas que habían sobrepasado los 40, los 50 y hasta los 60 años.
Aquí tenéis algunos ejemplos de emprendedores tardíos: Coca–Cola que fue creada cuando su fundador John Pemberton contaba con 55 años, Ray Crock creó McDonalds a los 52 y Kentuky Fried Chicken (KFC) fue fundada por Harland Sanders a la edad de 65 años. Hay muchos más ejemplos, Amancio Ortega abrió la primera Zara con 39 años, J.K. Rowling escribió Harry Potter con 50 años, mientras se encontraba en paro, y el actor Morgan Freeman no consiguió un papel importante hasta que, a los 52 años, fue seleccionado para protagonizar la película “Paseando a Miss Daisy”.
Estamos hablando aquí de grandes triunfadores pero son numerosísimos los casos de personas anónimas que han llevado a buen puerto sus proyectos, a cualquier edad. En próximas entradas de Punto y Seguido veremos qué es lo que se requiere para conseguirlo.
En este gráfico podéis ver los resultados de un estudio realizado por la revista Entrepreneur entre 1.300 emprendedores y propietarios de pequeños negocios. Sus respuestas a algunas cuestiones no dejan duda de que la realidad no siempre se corresponde con el estereotipo más extendido. A la pregunta de cuál es la cualidad más importante para triunfar en un negocio los encuestados no respondieron que fuera el optimismo, las titulaciones o el tener una idea visionaria sino que, llenos de sentido común, achacaron mayoritariamente el éxito al trabajo duro. En cuanto a la edad a la que iniciaron su negocio, más de la mitad de los encuestados respondió que lo hizo en una franja comprendida entre los 36 y los 56 años o más. Y, en lo referente a la motivación para crear un negocio, las respuestas que obtuvieron más resultados fueron ser mi propio jefe y convertir mi pasión en un negocio.
Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia idea de en qué consiste el éxito, aunque muchos caemos en el estereotipo de considerar que éste solo se mide en millones de euros, salidas a bolsa o en reconocimiento público. Yo tengo mi propia idea del éxito como algo más modesto, pero no por ello menos importante: disfrutar de aquello que hago para ganarme la vida y poder permitirme ser lo que podría haber sido.
Nota sobre la foto de portada: George Eliot es el seudónimo empleado por la escritora británica Mary Anne Evans. 1819-1880.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/Paloma-Carreño.jpg[/author_image] [author_info]Paloma Carreño.Aunque en estos tiempos que corren quien no es un gurú o un crack no es nadie, yo confieso ser nada más y nada menos que una profesional del marketing y la comunicación estratégica que ha desarrollado su carrera profesional en entornos internacionales. Veinticinco años en los que lo he hecho lo mejor que he sabido y me han dejado, que ya es bastante. Apasionada de la creatividad y de cualquier actividad que nos impulse a ser más libres y más felices. En la actualidad, cofundadora de Gildascloset.com[/author_info] [/author]