La figura de Pierre Bonnard crece de modo irresistible conforme transcurren las décadas. Desde Cincuentopía queremos adentrarnos en su trayectoria y comprender por qué cada día nos fascina más su arte.
Pierre Bonnard (1867-1947) fue, ante todo, un artista de una formidable capacidad polifacética: pintor, ilustrador, litógrafo, diseñador, fotógrafo, bocetista… Habitualmente encuadrado en el movimiento conocido como Nabis (en compañía de artistas de la talla de Sérusier, Denis, Ranson, Roussel, Vallotton o Vuillard), es considerado por bastantes estudiosos como un verdadero precursor de la pintura abstracta.
Su estricta aproximación a la pintura puede considerarse tardía. Aficionado a la filosofía y la literatura, había comenzado sus estudios de derecho en la Universidad de París cuando a finales de la década de los ochenta se siente fascinado por el mundo del arte, al que ya nunca abandonará en sus diferentes vertientes. A finales del siglo XIX Pierre está considerado un reputado artista publicitario, ocupación que le otorga respetables recursos económicos.
Pero Pierre Bonnard quería más: poco a poco va dedicando cada vez más tiempo a la pintura, en detrimento de otras ocupaciones. Su universo creativo, conmocionado por la contemplación del trabajo de Gauguin, se encuentra particularmente cómodo en movimientos como el naturalismo o el simbolismo (más que con el impresionismo estrictamente hablando). Empieza a especializarse en pinturas femeninas (incluyendo abundantes desnudos) en actos cotidianos como el aseo o la lectura.
Esa ambición artística se percibe también en el empleo de texturas poco habituales, en sus sorprendentes encuadres, en su inhabitual paleta cromática, en su nada convencional manera de percibir los espacios…
En 1910 toma una decisión que marca su trayectoria: abandona París y comienza a alternar temporadas entre el sur de Francia y el norte de África. Su propuesta creativa atraviesa grandes cambios aunque siempre con el elemento común de una enorme inspiración. Profundiza en su obsesión por la luz y el color, su temática se centra todavía más en escenas íntimas y retratos de familia.
A diferencia de otros artistas, Pierre Bonnard obtuvo un notable reconocimiento en vida, lo que se tradujo en numerosas (y bastante exitosas) exposiciones o en las loas de sus propios colegas de profesión, incluyendo Matisse o Signac.
Su figura fue reinterpretada y ponderada por la generación de pintores de los años ochenta que deseaba salir de las limitaciones de una pintura cuyo compromiso político se centraba de manera obsesiva en la idea de problema, conflicto, tensión y lucha y que encontró en el artista francés un referente que les marcaba un camino de libertad y les abría las puertas hacia la pintura como un placer.
¿Cómo adentrarnos en la verdadera belleza de la obra de Pierre Bonnard? Para aquellos seguidores de Cincuentopía que se planteen esta pregunta, les recomendamos este vídeo que hemos extraído del canal en YouTube de la Fundación Mapfre. En él se presenta la magnífica exposición que esta entidad ofreció en su sede de Madrid entre septiembre de 2015 y enero de 2016. Lo garantizamos: merece la pena.
Un año antes de su fallecimiento Pierre Bonnard escribió: “Espero que mi pintura se mantenga, sin resquebrajaduras. Quisiera llegar ante los jóvenes pintores del año 2000 con alas de mariposa”. Casi setenta antes después de su muerte, podemos afirmar que lo ha conseguido.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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