Qué hay de tu vida Podcast número 173. Presentado por Charo Onieva y David Parra, quienes te dan la bienvenida a sus contenidos.
La exposición de arte de la semana se refiere a la albergada por el Museo Guggenheim de Bilbao bajo el título «Joan Miró. La realidad absoluta. París, 1920–1945«. En esta evolución se hace evidente la atracción ejercida por el arte prehistórico, incluidas pinturas rupestres, petroglifos y estatuillas, sobre un creador que propugnaba volver a los albores del arte con la intención de recuperar su sentido espiritual originario.
El rincón para el recuerdo de Qué hay de tu vida Podcast número 173 rememora la serie Heidi, producida por la compañía Zuiyo Eizo (en la actualidad Nippon Animation) y estrenada en Japón a comienzos de 1974. La buena acogida hizo posible que poco a poco fuera presentándose en un gran número de países, incluyendo España donde se estrenó en 1975.
El Club de Lectura enriquece sus contenidos con la reseña del libro Diario (1893-1937) escrito por el conde Harry Kessler, publicado para el mercado castellano parlante por Libros de Vanguardia y con la cuidada edición de José Enrique Ruiz-Domènec. Es en realidad una antología de los diarios que comenzó a escribir cuando apenas era un adolecente y no concluyó hasta su fallecimiento: su última entrada es de dos meses antes de morir. La totalidad de dichos diarios ocupa nueve volúmenes y por encima de las 6.000 páginas.
Qué hay de tu vida Podcast número 173 concluye con la lectura del poema El cuarto cerrado de José María Eguren, cuyo inicio es el siguiente: «Mis ojos han visto / el cuarto cerrado; / cual inmóviles labios su puerta… / está silenciado!…».
Qué hay de tu vida es un podcast elaborado por el equipo de Viva Voz para Cincuentopía.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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