Desde el pasado 17 de noviembre la actriz, directora y escritora Sophie Marceau es miembro del Club de Cincuentopía. Conozcamos algo más sobre su polifacética trayectoria.
Nacida como Sophie Danièle Sylvie Maupu en París, Sophie Marceau debutó con tan sólo trece años en el film La Boum y dos años después ya obtuvo el Premio César a la Mejor Actriz Revelación por su participación en La Boum 2.
Durante la segunda mitad de los ochenta y primera mitad de los noventa su cara se hizo habitual en la industria cinematográfica francesa, con participación en películas como L’Amour braque, Police, Chouans, Pour Sasha, La Note bleue… entre otras muchas.
A partir de 1995 Sophie Marceau da el salto internacional y comienza a aparecer en películas de notable repercusión y presupuesto, incluyendo Braveheart, Anna Karenina, The World is Not Enough (correspondiente a la serie de James Bond), Alex & Emma… Así era su participación como antagonista del agente 007 (hemos extraído el vídeo del canal de Kyle Christian en YouTube), un rol de malvada poco habitual en la actriz..
Su debut como directora se produjo en 2002 con el filme Parlez-moi d’amour, Premio al Mejor Director del Festival de Montreal. En esta faceta ha ido encadenando fracasos (La disparue de Deauville) y éxitos (De láutre côté du lit, LOL Laughing Out Loud).
En la actualidad Sophie Marceau continúa participando con asiduidad en numerosas películas, consolidándose como una de las actrices europeas más reconocidas.
Para los seguidores de Cincuentopía particularmente interesados en el trabajo de Sophie Marceau, la artista cuenta con una activa presencia en la red Twitter donde informa sobre su actividad.
Damos la bienvenida al Club de Cincuentopía a Sophie Marceau. Y la deseamos toda clase de éxitos.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://cincuentopia.com/wp-content/uploads/2015/06/logo-google-.jpg[/author_image] [author_info]Cincuentopía«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce».
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