Lo que unos cuantos agoreros afirmaban que no podía llegar a suceder ha ocurrido: el actor estadounidense Charlie Sheen forma parte desde la pasada semana del Club de Cincuentopía. Repasamos su trayectoria hasta conseguir este hito.
Charlie Sheen nació el 3 septiembre en Nueva York. Sus orígenes (sus padres son los actores Martin Sheen y Janet Templeton y todos sus hermanos también ejercen dicha profesión) parecían predestinarlo a lo que finalmente ha sido su vida en el mundo de la actuación.
A comienzos de los años ochenta comenzó a filmar películas en Super-8 con algunos de sus compañeros de estudios en el instituto, entre quienes figuraba la futura estrella Rob Lowe. Prácticamente desde sus inicios obtuvo papeles de primer nivel en películas como Platoon, Wall Street o Arma joven, convirtiéndose en uno de los actores de moda en todo el mundo.
Las progresivas complicaciones en su vida personal comenzaron a hacer mella en la carrera de Charlie Sheen en la década de los noventa. Da un giro hacia la comedia (con notables éxitos como Hot Shots! o Scary Movie) y a partir del año 2000 apuesta también por la televisión. Su participación en la sitcom Spin City le otorga unos extraordinarios niveles de reconocimiento por parte de crítica (incluyendo un Globo de Oro) y público, situación que se reproduce con la siguiente serie en la que trabaja, Dos hombres y medio.
Pero estos logros no consiguen atenuar sus problemas (adicciones diversas, juicios por malos tratos domésticos y por contratación de servicios de prostitutas…). Tras ingresar en una clínica de desintoxicación y ser dado de alta es despedido de Dos hombres y medio tras insultar a su productor.
En la actualidad Charlie Sheen parece haber encontrado cierta estabilidad. Ha vuelto a la televisión (con la serie Anger Management) y ha afirmado públicamente su deseo de pasar página respecto a lo ocurrido en anteriores etapas de su vida.
¡Enhorabuena por haber llegado a ser cincuentópico, Charlie! Desde el Club de Cincuentopía te deseamos toda clase de éxitos.
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Cincuentopía
«Dejadme aprovechar -escribió- el afecto que todavía hay en mí, para contar los aspectos de una vida atribulada y sin reposo, en la que la infelicidad acaso no se debió a los acontecimientos por todos conocidos sino a los secretos pesares que sólo Dios conoce». [/author_info] [/author]
