La submodalidad de detectives por parejas causó furor durante la época de los años setenta y comienzos de los ochenta. Nunca llegamos a saber el motivo (y, de hecho, continuamos sin conocerlo) pero muchas de ellas se convirtieron en series míticas para los cincuentópicos.
En algunos casos los detectives pertenecían a la policía; en otras ocasiones actuaba por su cuenta. Los productores y guionistas probaron con todas las combinaciones posibles. Vamos aquí con algunas de estas series míticas.
Starsky y Hutch. Uno moreno (Starsky) y otro rubio (Hutch) que despoblaban, de manera tan constante como sistemática, las calles de delincuentes (eso sí, al capítulo siguiente los problemas reaparecían). Aquél representaba la fuerza y éste el poder de la mente aunque ambos valores resultaban más que matizables a la hora de la verdad. Y, en medio de las numerosas refriegas, el característico Ford Torino pintado de rojo y con una larga franja blanca que tantos imitadores tuvo.
Las calles de San Francisco. Una combinación diferente: policía veterano (interpretado por Karl Malden) enseña los gajes del oficio a policía joven (Michael Douglas). Bromas, mosqueos, persecuciones, pensamientos filosóficos, tiroteos… La cosa funcionó hasta que el joven decidió volar por su cuenta. La serie nos permitió conocer las grandes cuestas que tiene San Francisco así como comprender lo que nos podía pasar si conducíamos embriagados: acabaríamos de manera indefectible en el mar.
Corrupción en Miami. El diseño, el color, la moda, la arquitectura «art decó», los coches de lujo, los caimanes y la música new wave se apoderaron de la pequeña pantalla. Don Johnson/Sonny Crockett (el blanco) y Philip Michael Thomas/Ricardo Tubbs (el negro) causaban estragos allá por donde iban, siempre rodeados de tipos bastante chungos. Para muchos Miami quedó convertida en paradigma de la corrupción aunque el paso de los años demostró que, como dice el refrán, «en todas partes cuecen habas».
Remington Steele. Y otra nueva clase de pareja: mujer (Laura Holt, interpretada por Stephanie Zimbalist) y hombre (Remington Steele, encarnado por Pierce Brosnan). La cosa es de lo más sorprendente: la detective y dueña de la agencia es ella pero el que el que pone la cara delante del cliente y parece ser el amo del cotarro es él. Y algo parecido ocurrió en la vida real: a Pierce Brosnan la ha ido bastante mejor en lo profesional que a Stephanie Zimbalist.
Cagney & Lacey. Y ya sólo faltaba la combinación de dos mujeres. Por dicha mezcla apostó esta serie cuya trayectoria estuvo llena de curiosidades. Por ejemplo, el personaje de Cagney fue interpretado por tres distintas actrices (Loreta Swift, Meg Foster y Sharon Gless); eso sí, el de Lacey fue en exclusiva cosa de Tyne Daly. Además, algunas asociaciones de espectadores de Estados Unidos emitieron quejas por lo que entendían podían ser una subyacente relación homosexual entre ambas protagonistas.
¿Crees que nos hemos dejado alguna serie de detectives por parejas? Seguro que sí. Pues no te cortes y háznoslo saber.
2 comentarios. Dejar nuevo
Hombre, os ha faltado la que hizo famoso a Bruce Willis, Luz de luna.
Tienes toda la razón, Vicente. Prometemos hacer una nueva entrada en la que incorporaremos nuevas sugerencias al respecto.
Un saludo muy cordial
Cincuentopía