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Un asesinato que todos cometemos, de Heimito von Doderer

Un asesinato que todos cometemos,

Un asesinato que todos cometemos supone una nueva maravilla surgida de la extraordinaria pluma de Heimito von Doderer, uno de los más brillantes representantes de la literatura universal del segundo tercio del siglo XX. Con eso ya está dicho casi todo.

Heimito von Doderer (1896-1966) es un autor que me fascina sobremanera. En apenas un año he reseñado en Cincuentopía dos de sus libros: el monumental Los demonios con sus más de 1.600 páginas a cuestas y el delicioso compendio Relatos breves y microrrelatos.

Publicado en 1938, a primera vista Un asesinato que todos cometemos se centra en el paso del mundo de la niñez a la edad adulta de Conrad Castiletz, protagonista absoluto del texto. Pero en realidad la novela va mucho más allá: es una extraordinaria disección, cargada de lirismo y de elementos simbólicos, sobre el devenir de los seres humanos por el planeta Tierra y acerca de la mediocridad como materia prima constitutiva del hombre.

El libro tiene unos de los comienzos más espléndidos que yo recuerdo: “A todos nos calan la infancia en la cabeza como si nos encajaran encima un cubo. Sólo más tarde se descubre lo que había dentro. Pero, eso sí, nos chorrea durante toda la vida, y nada puede uno hacer por mucho que cambie de ropa o incluso de disfraz”. Y el resto del texto no anda a la zaga de dicho preámbulo.

De nuevo, como ocurriera en Los demonios, Un asesinato que todos cometemos se ambienta de manera prioritaria en la década de los años veinte del siglo XX (aunque su arranque tenga lugar en los comienzos de la Primera Guerra Mundial). Eso sí, en esta ocasión la acción no discurre en su idolatrada Viena, como acaece en la mayor parte de los textos de Heimito von Doderer, sino en distintas localidades de Alemania.

Nada escapa al formidable poder de observación del autor. Hasta tal punto que es posible que más de un lector tenga la impresión de hallarse ante una especie de déjà vu al enfrentarse a algunas de sus páginas. ¿Quién no se ha sentido en determinada ocasión como se siente el protagonista con sus progenitores, quién no ha tenido la sensación de que los años iban siendo cada vez más cortos o quién no ha conocido a cierta persona cuya descripción moral corresponde con la de algunos de los personajes de la novela?

Como es habitual en Heimito von Doderer nos encontramos ante el binomio casualidad/causalidad no sólo como instrumento estratégico de conformación del recorrido vital de las personas sino también como factor de marca del tempo narrativo del libro. En ocasiones la casualidad/causalidad deviene en inverosimilitud pero ¿acaso no tiene algo de improbable todo goce estético?

Aludíamos con anterioridad al notable peso específico que los elementos líricos y simbólicos alcanzan en Un asesinato que todos cometemos. Es cierto que las descripciones de paisajes, caracteres y relaciones sociales son de una belleza precisa, singular y hasta desabrida en determinadas ocasiones (la traducción de un profesional de la talla de Adan Kovacics, quien ya se las ha tenido que ver con escritores como Esterházy, Kertész, Jaspers o Zweig entre otros muchos, contribuye a realzar todo ello). Y también es verdad que encontramos abundantes huellas del acervo psicológico de autores como Fliess, Freud o Swoboda, sobre todo en la trama policiaca que discurre en paralelo al análisis vital propuesto por el autor.

Quizá este último aspecto, el del psycothriller avant la lettre al que se alude en la contraportada y al que algunos críticos atribuyen el título de la novela, sea la parte más floja del libro, por previsible y forzada. Sin embargo considero que tal circunstancia en modo alguno resta brillantez al conjunto final de la obra.

Resulta una lástima pero la producción de Heimito von Doderer es apenas conocida en el ámbito castellano parlante dado que muy pocos de sus libros han sido traducidos al español. Desde aquí agradezco de manera pública y explícita a Acantilado (editora además de Los demonios y Relatos breves y microrrelatos) y Debolsillo (responsable de Las escaleras de Strudlhof) por la labor de difusión de este formidable autor. Y animo a ambas (y a todo quien se dé por aludido) a traducir algunos otros textos de este auténtico titán de la literatura de todos los tiempos.

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Heimito von Doderer. Un asesinato que todos cometemos. Acantilado.

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David Parra

Especialista en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al ámbito del periodismo. Ha publicado alrededor de diez libros y más de treinta artículos en revistas científicas. Le gusta leer. [/author_info] [/author]

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  • Aquí otro intento: «Cada quien asume su niñez como un cubo derramado sobre su cabeza. Solo más tarde se sabe lo que había dentro. Pero todo una vida nos chorrea cuerpo abajo, no importando cuántas veces se cambie uno de ropa o disfraz.»

    Responder
    • David Parra Valcarce
      julio 5, 2017 3:10 pm

      Estimado HjorgeV:
      ¡Vaya cita y vaya libro! Heimito von Doderer es uno de los grandes novelistas europeos de la primera mitad del siglo XX. En Cincuentopía le hemos dedicado ya tres reseñas (además de Un asesinato que todos cometemos, también Los demonios y Relatos breves y microrrelatos). En fin, una suerte poder leer a autores de este calibre.
      Un saludo muy cordial
      David Parra

      Responder

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