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Van Gogh: seis amores frustrados seis

Además de ser un excelso pintor Vincent Van Gogh fue un hombre desgraciado en amores. Tuvo hasta seis amores frustrados (si es que no fueron más), lo que supone una cifra más que significativa. Y no sólo eso, es que en muchas ocasiones las relaciones resultaron escandalosas o acabaron, por decirlo en términos coloquiales, «como el rosario de la aurora».

Eugénia Loyer, primer amor primer desengaño

Eugénia Loyer, primer amor, primer desengaño

Eugénia Loyer era la hija de la casera de Van Gogh, Sarah Úrsula Loyer, en el barrio de Convent Garden de Londres donde estuvo viviendo durante 1873 y 1874. Pese a los esfuerzos del pintor, la madre no veía con buenos ojos la relación y la hija tampoco, por lo que no prosperó. El artista entró en un periodo depresivo y se refugió en la religión (llegó a ingresar en la escuela misionera de Bruselas).

 

 

Kee Vos-Stricker, la prima inaccesible

Kee Vos-Stricker, la prima inaccesible

En 1881, una vez concluidas sus ínfulas misioneras, Van Gogh regresó al hogar familiar de Etten (Holanda), donde se encontraba la vicaria regentada por su padre. Allí conoció a Kee Vos-Stricker, su prima. Fue un amor a primera vista y muy apasionado. Pero la prima no estaba por la labor y ante el acoso del pintor terminó por huir, con el considerable (y monumental) escándalo familiar.

 

 

 

Clasina Hoornik, la prostituta cuyo rastro se perdió

Posible dibujo de Clasina Hoornik realizado por Van Gogh

Este vez Van Gogh no se deprimió. En 1882 llega a La Haya y comienza una relación de casi dos años con Clasina Hoornik, una prostituta que tenía una hija. Durante la convivencia nació un niño, Willem, cuya paternidad nunca quedó aclarada. El tema concluyó con un ultimátum familiar: o dejaba a Clasina o no le seguían enviando dinero. El pintor optó por lo primero y la historia concluyó no sin el pesar del artista.

 

 

Margot Begemann, la vecina de enfrente

Margot Begemann, la vecina de enfrente (Vincent Van Gogh Foundation)

Van Gogh se establece en Nuenen en 1884. Entabla relaciones con Margot Begemann, quien vivía en la casa de enfrente y tenía diez años más que él. Tras unos cuantos dimes y diretes el tema acabó fatal: Margot intentó suicidarse con estricnina y Van Gogh tuvo que dejar la ciudad en medio de otro notable escándalo (para más inri, estaba siendo tratado de sífilis).

 

 

Marguerite Gachet, amor póstumo

Marguerite Gachet, amor póstumo (Vincent Van Gogh Foundation)

Van Gogh llega a la localidad francesa de Auvers-sur-Oise en mayo de 1890, tras haber pasado unos meses en el sanatorio mental de Saint-Rémy. Conoce a Marguerite Gachet, hija del célebre doctor que le trató y al que pintó uno de sus más célebres cuadros. Pese a ese encomiable intento, el doctor Gachet se negó en redondo a que su hija mantuviera relaciones con el pintor por entender que padecía un notable desequilibro emocional. Se dice que ella estaba realmente enamorada de él y que lo estuvo recordando durante más de cincuenta años poniendo de vez en cuando un ramo de flores amarillas sobre su tumba.

 

S (¿Agostina Segatori?), la incógnita por despejar

Retrato de Agostina Segatori (Van Gogh Museum)

No se sabe a ciencia cierta quién fue S. Hay quien sospecha que pudiera tratarse de la italiana Agostina Segatori, quien regentaba el Café-Brasserie du Tambourin en París. En cualquier caso, se sabe que S convivió con Vicent y con su hermano Theo Van Gogh entre 1886 y 1888. Aunque oficialmente era la amante de Theo los investigadores no descartan que Vincent también estuviera incluido en la relación.

Vincent Van Gogh fallecía el 29 de julio de 1890, tras dos días de agonía después de haberse disparado en el pecho. Seis amores imposibles en apenas 37 años de vida.

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