Se cumple una década de Diez poetas de los ochenta, la antología realizada por Luis Alberto de Cuenca con motivo del XXV aniversario de Mercamadrid. Siempre es un buen momento para repasar las distintas propuestas de este interesante ramillete de autores.
Los diez poetas que aparecen en la antología de Luis Alberto de Cuenca son Miguel d’Ors, Eloy Sánchez Rosillo, Ana Rossetti, Javier Salvago, Jon Juaristi, Chantal Maillard, Abelardo Linares, Andrés Trapiello, Pedro Casariego y Julián Martínez Mesanza. Sus fechas de nacimiento se sitúan entre 1946 y 1955.
Más que como antólogo de los poemas Luis Alberto de Cuenca (1950) ejerce como seleccionador de los poetas que forman parte del libro. En realidad son los propios escritores quienes se han ocupado de elegir los versos que conforman la obra, con las excepciones del fallecido Pedro Casariego (de cuya selección se ocupó su hermano Antón), Chantal Maillard (realizada por Lara Cantizani) y Abelardo Linares (confeccionada por el propio de Cuenca).
Como suele ocurrir cuando aludimos a una antología de estas características, Diez poetas de los ochenta nos presenta una notable variedad de estilos, temas, concepciones estéticas y corrientes líricas. Desde el hermetismo trágico que rodea la obra de Pedro Casariego hasta la pátina épica que atraviesa la de Julián Martínez Mesanza, pasando por la cachaza erótico-cultural de Ana Rossetti o las ensoñaciones oníricas de Abelardo Linares, entre otros.
Desde luego en las páginas del libro presentado por Luis Alberto de Cuenca hay para todos los gustos y para todos los estados de ánimo. Es cuestión de seleccionar el poeta y el poema más adecuado para cada momento aunque también es preciso advertir que en determinadas circunstancias el lector con cierta avidez puede quedarse con apetito lírico, cuestión que no resulta en absoluto negativa para la consideración de la obra aquí analizada.
Vayan a continuación algunas bellísimas frases entresacadas de Diez poetas de los ochenta: “Os dejo las autopistas que exhalan el verano en la hora despoblada de la siesta” (Miguel d’Ors); “En un rincón del cuarto brilla la enredadera de la música” (Eloy Sánchez Rosillo); “Fuera yo como nevada arena alrededor de un lirio” (Ana Rossetti); “Imágenes ya muertas del que fui, según las circunstancias y los años” (Javier Salvago); “Una larga sequía bebe los ríos de la patria mía” (Jon Juaristi); “Era una tarde gris de esas tardes grises que parecen enfundadas en el impermeable gris de un detective” (Chantal Maillard); “Luna de marzo sobre nubes frías deslizando tu gracia imperturbable” (Abelardo Linares); “Cada vez que una piedra se rompe, nunca vuelve a soldarse” (Andrés Trapiello); “Si quemas mi tristeza con tu risa te enamorarás de mí y dejaré de subir tantos montes de amargura” (Pedro Casariego); “Han caído las torres, y el desierto es ahora tan grande como el alma” (Julián Martínez Mesanza).
En definitiva, Diez poetas de los ochenta es una excelente oportunidad para conocer de primera mano algunas de las más destacadas aportaciones de un conjunto de autores que en su mayor parte continúan hoy en activo. Y también puede servir de acicate para adentrarse en la propia obra de Luis Alberto de Cuenca, quizá más conocido en determinados ámbitos por su faceta como político/gestor pero al mismo tiempo un más que interesante poeta, ensayista, crítico literario, columnista y traductor.
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Luis Alberto de Cuenca. Diez poetas de los ochenta. Mercamadrid.
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Especialista en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al ámbito del periodismo. Ha publicado alrededor de diez libros y más de treinta artículos en revistas científicas. Le gusta leer. [/author_info] [/author]