El director Terrence Malick (La delgada Línea Roja) trae Vida Oculta (A Hidden Life). Un drama que parte de la historia real de Franz Jägerstätter, un austriaco objetor de conciencia, beato y mártir desde 2007.
Franz y Fani Jägerstätter viven felizmente en una granja en las montañas de Sankt Radegund (Austria) a poco más de 30 kilómetros del lugar de nacimiento de Adolf Hitler. Trabajan duro en uno de los lugares más bellos de Austria, pero todo empieza a cambiar con la llegada de los nazis a su país y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Los austriacos se dejan llevar por el nazismo, pero Franz es el único de su pueblo que no apoya la anexión de Austria al Reich Alemán (el Anschluss fue votado a favor por el 99.73 de los votantes) y se convierte en el primer objetor de conciencia en un mundo que se está llenando de odio.
En 1940, Jägerstätter fue llamado a filas, pero tras la instrucción, fue excluido del servicio militar porque las autoridades de St. Radegund indicaron que era indispensable en su pueblo. En su desempeño como sacristán en la iglesia del pueblo, Franz ve horrorizado como los miembros del partido nazi toman la comunión mientras apoyan la persecución de los judíos y los niños se unen a las Juventudes hitlerianas, mientras la iglesia austriaca no hace nada.
Ante la derrota de Stalingrado y la necesidad de nuevas tropas, en febrero de 1943, fue llamado de nuevo a filas. Franz se negó a servir y a prestar juramento a Hitler. Para Franz, un católico no debía defender las tesis del nacionalsocialismo, lo mismo que la obediencia a Dios le impedía obedecer a Hitler ni podía romper con los diez mandamientos, en especial “No matarás”. No quería luchar en una guerra que, según él, “serviría a los propósitos malvados de un régimen político inmoral y cruel”.
Tras sufrir la prisión y las continuas vejaciones del estado nazi, fue ajusticiado en el mes de agosto por medio de la guillotina. Días antes escribió: “Ni la prisión, ni las cadenas ni una sentencia de muerte pueden despojar a un hombre de su fe y su voluntad.”
Prácticamente desconocido durante décadas, Gordon Zahn descubrió su historia mientras investigaba para su libro “Los católicos alemanes y las Guerras de Hitler” y publicó en 1964 su biografía, titulada “In Solitary Witness”.
Gracias a la publicación la Iglesia Católica reconoció la objeción de conciencia en el Concilio Vaticano II. En 1997, un juzgado de Berlín declaró nula su sentencia de muerte y en 2007, fue declarado mártir y beatificado por el Papa Benedicto XVI.
Vida Oculta, premiada en el pasado festival de Cannes y con tres horas de duración, costó casi tres años de montaje y tras “El nuevo Mundo” es la primera en tener una narración lineal. La Vida Oculta está protagonizada por August Diehl (Mayo de 1940, Malditos Bastardos), Valerie Pachner, Matthias Schoenaerts (La chica danesa) y la última interpretación para el cine de Bruno Ganz (El hundimiento).
La cinta, es fascinante e inspiradora por la historia que nos muestra, pero excesiva en su duración. En ocasiones flojea a pesar de los increíbles paisajes que muestra y resulta reiterativa. Para los amantes del cine de Malick, para el resto paciencia.
Fuentes:
In Solitary Witness: The Life and Death of Franz Jagerstatter, de Gordon Zahn (Templegate Publishers,U.S. 2007).
The solitary and sacrificial witness of Blessed Franz Jägerstätter
Autor de la serie EL CINE Y LA HISTORIA. Juanjo Ortiz